#EntregaSinContraprestacion
F.P.
Para el senador nacional Martín Doñate, uno de los aspectos más vomitivos del acuerdo marco con el gobierno trumposo es el del manejo de datos. El parlamentario rionegrino cuestionó este lunes el obsequio del mileidismo sobre “el principal activo estratégico de la nueva era civilizatoria: nuestros datos”, nada menos.
El legislador rememoró que en el último cuarto de siglo nuestro país se condujo de acuerdo al procedimiento europeo, conocido por sus siglas como GDPR, el más exigente en materia de resguardo de datos. Por lo cual, la Unión Europea le otorgó a la Argentina como “país adecuado” en materia de manejo de este tipo de acervo.
Por ello, Doñate gatilló acerca de la quita de jurisdiccionalidad concedida a Washington por Cancillería, cuando en suelo gringo no se cuenta con una ley federal para la protección de información personal y hasta vigila a sus propios ciudadanos. El representante opositor puntualizó que la disputa de estos días no se limita solamente al territorio o a los recursos naturales, sino que apunta a “los datos y las infraestructuras algorítmicas que moldean decisiones, economía y vida social”.
En su cuenta en la red social X, el rionegrino advirtió que “ceder datos a un país sin salvaguardas equivalentes no es un trámite técnico: es una transferencia de soberanía”. El cual se agrava al no encuadrar como “un intercambio entre iguales”, pues nuestra nación “está endeudada y sometida a un alineamiento inédito con la presidencia de Trump, en acuerdos y ´protocolos´ de legalidad dudosa que profundizan la asimetría”.
Al respecto, el Senador remarcó que lo que alimenta la Inteligencia Artificial son, precisamente los datos, y a su vez la IA “modela comportamientos”. Por lo cual, quien maneja los datos define: “cómo se perfila a una sociedad “cómo se segmenta” “qué ve” “qué cree” “qué consume” y “cómo vota”.
A su vez, advirtió que la entrega en la que avanzó el gobierno violeta posibilita la “discriminación algorítmica”, así como la “vigilancia”, la “manipulación”, y en definitiva erosiona los derechos.Además, “afecta a empresas argentinas y a toda la estructura productiva”, al dejar en manos ajenas los “secretos comerciales, innovación, logística, salud y datos estratégicos”, rifados hacia una jurisdicción lejana que impide el monitoreo y hasta los más elementales parámetros de responsabilidad.
En contraposición, Doñate recordó y pidió tratamiento prioritario de los proyectos de su despacho sobre una nueva Ley de Protección de Datos, así como el de Ley de Inteligencia Artificial y un marco de neuroderechos. Ya que, consideró, “sin normas modernas, Argentina queda indefensa”.
Aunque al Acuerdo anunciado la semana pasada por Washington está falto de los procedimientos internos para hacerlo operativo en nuestro país, constituye un peligro latente. Sin embargo, en caso de concretarse lo anterior surgiría “un riesgo inminente de consecuencias irreparables para la soberanía nacional y la protección de los datos de toda la población argentina y de nuestro sistema productivo”.
En general, Doñate cuestionó el envoltorio de este Acuerdo y su pretensión de contrabandearlo como algo “moderno”, mientras se alista “la entrega del recurso estratégico central de esta nueva era”. Lo que empardó con una lisa y llana renuncia a la “soberanía informacional en un mundo donde los datos valen más que el petróleo”. Y que en manos de un hato de tarambanas se intentará rifar ante cualquier transeúnte. 
NdR, 17 de noviembre de 2025.