#PocaGenteVoto
F.P.
El síndrome Hiroo Onoda fue la principal anotación de los estudiosos de la ciencia política, en base a los datos sobre participación electoral este 11M. Una sombra que viene instalándose no como una moda, sino como tendencia (dicho esto en términos sociológicos) en las citas electorales y en la electro elección del último domingo en nuestra provincia.
En suelo gaucho, la comparación con los comicios de 2021 dieron como resultante una caída de -5 % en el nivel de asistencia a las mesas para emitir sufragio. Cuatro años atrás, la participación ciudadana alcanzaba el 64% del total del padrón provincial. Teniendo en cuenta que ese año estuvo signado por la recesión económica y la pandemia por el COVID-19.
Al respecto, el sociólogo Gustavo Córdoba advirtió este lunes en X que “todo el sistema político debiera preocuparse por este dato”. Al reseñar que la caída en el nivel de civismo se extendió a Salta, Jujuy (-5,5%), San Luis (-12,5%) y Chaco (-14 %), los cuatro distritos que celebraron comicios este domingo 11 de mayo. Pero en los que una porción importante de la población permaneció sin enterarse, como aquel ponja con el fin de la Segunda Guerra Mundial [NdR: Ver artículo].
El politólogo Pablo Salinas, autor del cuadro que ilustra al respecto con datos oficiales, ironizó en función de la frase que ´cada elección es relevante sólo para la provincia” en que ocurre. Sin embargo, alertó que dicho “mantra” únicamente actúa “para no extrapolar lo que ocurre a nivel provincial en tendencias nacionales”.
Pero sucede que “los datos de ausentismo repetidos en todas ellas deberían llamar la atención”, luego que “en las 4 elecciones que hubo pudo verse que esta tendencia (detectada en Santa Fe semanas atrás), se mantiene”. En concreto, sintetizó Salinas “lo que se advierte es una marcada tendencia de los electores a no votar”, precisó en X.
En perspectiva, recordó que 24 años atrás había irrumpido el ´voto bronca´ al expresar la frustración generalizada en 2001. En cambio, “ahora es un paso más hacia la indiferencia, ergo, escasa o nula confianza en el sistema” electoral o mucho peor, en el reconquistado en 1983.
Por lo tanto, concluyó que la tendencia representa “una pésima noticia para la democracia, el sistema de partidos y las dinámicas de representación”. Por lo cual, habrá una labor a cargo de los líderes de todos los partidos políticos, a fin de contrarrestar ese “afán de hacer obras de teatro sin público: tienen el libreto, tienen los actores (gastados y mañosos), pero no los ve nadie”. Casi nadie enterado que hubo elecciones, como el japonés afincado en Filipinas hasta mediados de la década del 70. 
Gráfico: Pablo Salinas, politólogo y docente.  
NdR, 12 de mayo de 2025.