#TroikaDeAumentos
F.P.
Los incrementos en naftas, electricidad y gas que comenzarán a facturarse después de recibido el Año Nuevo grafican parte de las dentelladas de la Stihl. Serán otros mandobles al bolsillo de millones de prójimos, los que el gobierno nacional aguarda contrabandear en medio de las vacaciones como para no levantar el nido de avispas.
A todo esto, se le sumará el nombramiento de un hombre de línea dura hacia los países de la infra América en el gobierno trumposo, lo que a su vez podría mancar el mangueo de dólares al FMI y el frente cambiario y financiero complicándose. O sea, un comienzo de año “complejo”, palabra utilizada hasta el cansancio por parte de comunicadores con intención de atenuar la descripción de un tsunami.
Ni con un nuevo blanqueo que pudiese favorecer al diputado nacional Christian Ritondo en sus inversiones en real estate podrían mejorar el nivel crítico de las reservas del Banco Central. El viernes próximo, los surtidores en todo el país ya vendrán con al menos un 1,75% en los combustibles, apeando la marcha inflacionaria en los demás sectores -principalmente el de alimentos- que utilizan el transporte para llegar al consumidor.
Luego seguirán electricidad domiciliaria y gas, dos sectores ampliamente favorecidos en el primer año de la actual gestión, ahora con alrededor de un 2 % hacia arriba. Tres toques de timbre para el INDEC y su escuálida medición de la inflación, inclinada a subestimar la incidencia de los servicios en el millón de pesos mensuales requeridos para no ser pobre.
Otros palos pueden venir desde avenida Pennsylvania al 1.600 cuando el 20 de enero próximo asuma la presidencia estadounidense el republicano Donald Trump. Pero no es muy seguro, pues al frente de los asuntos para Latinoamérica la administración trumposa contará con Mauricio Claver-Carone.
El cubano-norteamericano contará con cierta autonomía para manejarse con la infra América, adelanto que cayó como el traste en Balcarce 50. Es que Claver-Carone mantiene una pésima relación con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a quien achaca haber accionado dos años atrás una maniobra para su despido del Banco Interamericano de Desarrollo. Ambos integraban el directorio del BID: el primero en el cargo más alto hasta 2022, mientras el argentino prosiguió un año más.
Pero además de Francos, el economista Claver-Carone igualmente remarcó sus diferencias con el ministro Luis Caputo (Economía) y el propio Javier Milei. A Toto le cuestionó reiteradamente la propensión que tiene a dejar un plumerío en el rectángulo que antes contenía reservas, en tanto al titular del Ejecutivo nacional le criticó la sobrevaluación del peso.
A pocas horas de iniciar el 2025, los buenos deseos parecen coquetear con la ingenuidad ante la posibilidad de un pandemónium a desatarse a muy corto plazo. Al que, sin embargo, en Casa Rosada se abrazan como el damnificado que no sabe a cuál otra tabla salvadora aferrarse. 
NdR, 29 de diciembre de 2024.