Sin disfraz

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La agenda vespertina develará dos informes que desnudarán la situación de nuestro país, al comenzar este turbulento cuatrimestre. El arribo del día D, letra que impulsará una seguidilla de interpretaciones, hasta la más temida por el bolsillo. Igual, es momento de adentrarnos en lo que depara esta tensa jornada, lo que intentamos a continuación.


#ElPorvenirArgentino

F.P.

El día D ha llegado, de manera tal que este viernes se conocerán dos informes cruciales para el gobierno mileidista, urgido como nunca de alguna señal favorable. Algo que no está garantizado del todo desde sendos orígenes, decimos en alusión al nuevo empréstito del FMI para Argentina y el dato de inflación en marzo que esta tarde dará a conocer el INDEC.

Ambas sintetizan la piedra angular en la que se asienta la gestión actual. De hecho, la contención de la variable precios/poder de compra ha sido hasta acá el estandarte con que alacranea políticamente Casa Rosada. Mientras, lo del crédito del FMI será lo que permita sostener no a la inflación, sino a la administración mileidista.

El mega desembolso a realizar por parte del organismo con base en Washington DC (a pocas cuadras de la Casa Blanca, incluso con oficinas situadas en la misma avenida: Pennsylvania) en sí mismo supone una devaluación. A su vez, la devaluación contiene el germen con el que casi instantáneamente se produce un impacto en los precios de productos y servicios.

La depreciación acelerada de la moneda criolla era el escenario al que Balcarce 50 se había negado obcecadamente. Por ello, hasta acá se había trenzado hasta con economistas ortodoxos que exhortaban al abandono de la “tablita de Toto” (Caputo) y una devaluación el pasado mes de enero. Además de ruegos ulteriores para que esta medida tuviera el menor impacto electoral.





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“como si fuera

mentiroso y nudista”,

Sin disfraz- Virus

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La contrastación de tal imposibilidad se concretará esta tarde, luego de conocido el informe completo del Fondo Monetario Internacional, más allá de la cifra cercana a los u$s 20.000 millones para el gobierno rioplatense. Sucede que en su determinación, el organismo internacional difundirá los condicionamientos a la economía local. En particular, un nuevo esquema cambiario que podría ser de bandas -piso y tope para la cotización del dólar- o libre flotación de la divisa gringa.

Este encadenamiento de dispositivos causales y su discusión hasta el hartazgo -fomentada por el propio gobierno y su impericia para lo macroeconómico- desbordaron el ámbito especializado, hasta trascender a la charla cotidiana. Eslo que refleja la más reciente encuesta realizada por Analogías, según la cual un 61 % de los consultados tiene opinión desfavorable del FMI.

En este contexto, en el cual se sobrepone la contrariedad ciudadana a la nueva toma de crédito del Fondo Monetario como sinónimo de más mishiadura, también las variables dólar e inflación son recibidas con pulgar hacia abajo. En el sondeo antes mencionado, el 46 % prevé una fuerte suba en la cotización de la moneda estadounidense.

Mientras, el 53 % piensa que la inflación no está bajando, tras cotejar datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos con los de góndolas de minimercados y supermercados. Además, llega al 64 % de los entrevistados por Analogías la proporción de argentinos alegando fuertes dudas que la pobreza esté bajando. De modo tal que el INDEC y la justicia empardan como lo peorcito en consideración popular.

Alguno de este parde instituciones se llevaría el podio, aunque en las últimas semanas la propia administración Milei empezó a terciar en esta puja por el primer puesto. Una incógnita que empezará a dilucidarse a partir de este viernes por la tarde, luego que se divulgue el informe de inflación del INDEC, más el documento del FMI con las prerrogativas hacia la economía celeste y blanca.

Desde la escuela heterodoxa, la economista Mariana Mazzucato resumió en X que “las economías con baja inversión también presentan, como es previsible, una baja productividad”. Sobre esta materia, aclaró esta lectura no implica automáticamente incrementar la inversión pública, sino “orientarla para orientar los mercados hacia un crecimiento inclusivo y sostenible”, específicamente “las inversiones estratégicas que transforman sectores son las que realmente impulsan el aumento de la productividad”. Sólo aplicable si se diese un giro de 90º a la economía de nuestro país. 


NdR, 11 de abril de 2025.

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