De los anuncios a los hechos

- Incógnita Semanal

De los anuncios a los hechos
De los anuncios a los hechos

El trecho entre lo que se dice y el efecto práctico es la siguiente pregunta que se hacen operadores financieros y dirigentes políticos. Con las novedades y las promesas arribando desde el norte del continente americano. Empacho de datos, en relación a los cuáles sugerimos un seguimiento de la línea argumental expuesta a continuación.


#SacarEnLimpio

M.R.

El manual de instrucciones contenido en el paquete con la millonada de dólares danzando en la nano-reunión Trump-Milei empezó a ensombrecer el ánimo violeta en plena jornada de miércoles. Sucedió luego de una publicación en X del Secretario del Tesoro Scott Bessent que fue la señal para la abrupta frenada del gusano, en términos financieros y políticos.

Además de la efigie de cartón o bien de uno de los dobles, junto a los cuáles este martes se fotografió el Presidente argentino, Bessent supeditó el envío del blindaje al buen desempeño electoral del mileidismo en los comicios del 26 de octubre próximo. Según el cacique económico de la administración trumposa, “inmediatamente después de las elecciones, comenzaremos a trabajar con el gobierno argentino en el pago de sus principales deudas”, las que Washington prometió solventar.

Esta aclaración fue la palma puesta en plena nariz, tras lo cual desaconsejó la subdivisión de miles de millones de dólares que apresuradamente habían empezado a efectuar en Yrigoyen 250, nido del lacrimógeno Ministro de Economía. En la víspera, Luis Caputo había desafiado la credibilidad de millones al exagerar acerca de la micro reunión que -al galope- concedió el Presidente estadounidense. La que definió como tan “emocionante”, que tuvo “que contener las lágrimas”, ya que no les “pidieron nada a cambio”.[NdR: frase que habilitó el chiste sobre primero llevarse todo el efectivo].

Pero el arte del embuste a millones de prójimos no es, ni de cerca, patrimonio de la delegación criolla que aún fatiga en diversos sitios neoyorkinos. Bessent reseñó este monólogo trumposo de 2´ 45” afirmando que “conversamos extensamente” con el mandatario argentino, quien, sin embargo, dio la nota al permanecer en silencio hasta que su anfitrión notificó el escaso tiempo que había dispuesto para recibirlo y siguió con su actividad oficial.

Eso sí: el titular de la cartera económica gringa destacó aspectos de la gestión Milei en cuanto a la “estabilización” de la macroeconomía. Además de números de corto plazo en el plano fiscal -si se elude la perspectiva más amplia de incluir el sobre endeudamiento-, la liberalización de precios que fulminó los bolsillos y el control estatal en la calidad de los productos ofrecidos a los consumidores.

Un combo de acuerdo al que Bessent imaginó como basamento para el regreso de “Argentina a la prosperidad”, un bienestar que permanece fuera de alcance para el 97 % de la población. De todas maneras, el funcionario trumposo adelantó la predisposición gringa a “comprar bonos argentinos en dólares”. Pero esto dependerá que “las condiciones lo exijan” así para efectuar esta adquisición.

Otra idea aún en carpeta es la concesión de “un importante crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria”, el que podría llegar uno de estos días. Aunque debiera haber señalado si estos millones se depositarían antes o después de una devaluación del peso, a fin de proceder con dicho escenario de calma en relación a la cotización del dólar.

En lo que los ceros empardaron a los globos oculares de los funcionarios alrededor de Caputo fue, respecto al swap por u$s 20.000 millones a inyectar en el Banco Central criollo. Ello, a los efectos de sofocar el panorama sólo en aquellos casos que se verifique “una volatilidad excesiva”.

Por añadidura, Bessent adelantó la posibilidad de comprar títulos de deuda pública en dólares y así facilitar la conversión a dólares de los resultados logrados por mineras y agroexportadoras (segmento dominado por multinacionales en nuestro país). Lo que asfaltó al norteamericano la introducción de una zanahoria con espejismo altamente atractivo: el arribo de inversión extranjera directa. Una promesa que hizo descansar en “empresas estadounidenses” sin especificar -tampoco el rubro-, las que dependerán “de un resultado electoral positivo”.

Al final, el Secretario del Tesoro ensalzó el apoyo político trumposo a la gestión Milei y, en menor medida, al rumbo económico. Luego de indicar el relieve para el armado geopolítico norteamericano diseñado para Argentina, expresó que todo podría hacerse operativo “inmediatamente después de las elecciones”. De acá hasta el 26-O, en tanto, prometió mirada atenta en el turbulento océano cambiario y prestancia para “hacer lo que sea necesario”, a fin de conjurar amenazas.

Con lo cual resucitó la atención en el poder de las palabras, lo que pudo contrastarse en la relativa calma financiera y cambiaria que asomó desde el lunes hasta hoy. Una hipótesis que en términos de la economía puede verificarse, sólo en aquellos casos en que existe confianza como elemento que respalda al emisor de un anuncio. Aunque con el transcurso de los días requiere de nuevas verificaciones, como se verá en el caso argentino. 


NdR, 24 de septiembre de 2025.

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