El violeta un tono menos chillón

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El violeta un tono menos chillón
El violeta un tono menos chillón

Las fanfarrias acompasando el lanzamiento de Schiaretti por el sector Provincias Unidas, motivo que a lo mejor debería inquietar al mileidismo. A considerable distancia del acto violeta en Moreno, con reseteada apuesta el establishment metió cuña desde el coquetísimo hotel Alvear Palace. Por detrás del cortinado, nos adentramos en lo que se insinúa con dicha extraterritorial presentación política.


#MediterranéeJuan

F.P.

Lejos del acto violeta en Moreno, el establishment intercambió roles de anfitrión e invitado con el candidato cordobés por Provincias Unidas Juan Schiaretti. En el hotel Alvear Palace el tres veces Gobernador plantó al sector provincialista como alternativa Ni-Ni a la polarización mileidismo/peronismo, en un evento de la fundación Mediterránea. Valga la requete redundancia.

Se sabe que el ex menemista Schiaretti va como candidato a diputado nacional por PU, el cual viene a ser como la pata política de la Fundación Mediterránea. Por lo cual, este martes la entidad empresaria se posicionó en la recoleta mansión porteña con la misión de darle un envión a su “pollo” con el doble tranco: primero en 2025. luego en 2027.

Orientado a la franja ABC1, tanto criolla como internacional, el hospedaje de luxe renta en $ 669.000 mangos una habitación por cada noche, mientras el desayuno para dos personas puede obtenerse a cambio de $ 118.000. Allí, seguramente se habrán alojado el postulante “mediterráneo” y su esposa, la senadora nacional Alejandra Vigo.

Los entendidos en la materia sugirieron en la medianoche de este miércoles la posibilidad (alta) que Casa Rosada posiblemente haya tomado nota del arsenal de la Mediterránea respaldando al dirigente cordobés. Sino, resultaría difícil explicar la situación de un candidato de distrito exógeno haciendo campaña a 695 kilómetros del territorio en disputa, con vistas al próximo 26 de octubre.

De hecho, en la exposición armada por la Mediterránea para Schiaretti estuvo gran parte del elenco de Canal13/TN/Clarín impostando mantener atención casi hipnótica ante cada perogrullada del cordobés. En el intento por captar entre su pronunciación faríngea conceptos tales como “no ser una oposición salvaje”, sino una “que aporte” a sacar problemáticas urgentes y “poner límites a las cosas que hace mal el actual gobierno”.

Una vaguedad conceptual con la que el ex mandatario ´mediterráneo´ contrastó el nivel de interés por parte del moderador de su propia charla, el analista político-económico Marcelo Bonelli. Lo mismo que algún compañero de piso en el canal TN como Guillermo Carnotta o la ex ministra de Relaciones Exteriores del mileidismo, la banquera Diana Mondino. Entre otros que se dejaron ver por el Alvear Palace.

El perigeo que empezó a recorrer el sector violeta, tal vez pueda ser corregido por medio de ideas fuerza que apelan a la vasta inmensidad de la bondad en el universo, y a la vez a nada en concreto. Pero con una narrativa capaz de restituirse al republicanismo u otras prédicas inasibles, idénticas a las verbalizadas por el discurso schiarettista cuando se trata de llamar al orden a la otredad más díscola.

Aún cuando la inverosimilitud asome detrás de las palabras del largamente septuagenario dirigente del centro del país, siguiendo la meta de reperfilarse como “lo nuevo” frente al mileidismo y al peronismo. O “lo nuevo en el escenario de la política argentina no es Milei, ni mucho menos el kirchnerismo” sino el sector Provincias Unidas que precisamente lo postula.

En un calco de anteriores armados acorde al ideario del consultor Guillermo Seita [NdR: Ver artículo], el PU de Schiaretti se pone en oferta como el resultado de armados insulares o provincialismos fuertemente alambrados, pero a la vez “federales”. Proclives a las medidas de ajuste, aunque enarbolando consignas tales como “producción” y “trabajo”. Eso sí: manteniendo aquella consigna que era moda una década atrás y planteaba dejar “atrás la grieta”. La misma que alumbró al macrismo, maniató a la gestión albertista y alfombró la llegada del mileidismo.

Veterano del menemismo, cofundador del “cordobesismo”, Schiaretti se vinculó con la Mediterránea casi al alba de la creación de esta entidad. Siete años después de estrenado este think tank -en 1985- fue reclutado por el Grupo Astori dedicado a la fabricación de estructuras de hormigón [NdR: el estadio “Mario Kempes”, entre sus obras más conocidas] donde hizo contacto con su ejecutivo principal Piero Astori.

El mecenas cordobés lo introdujo en la Fundación Mediterránea, en particular en su Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, el IERAL. En julio de 1977, don Piero había reunido a 34 empresarios más para conformar la Mediterránea-IERAL. Un laboratorio de ideas que empezó a rendir sus frutos a partir de un convenio en el 79 con el Secretario de Programación Económica del gobierno dictatorial, Guillermo Walter Klein, secuaz del ministro José Alfredo Martínez de Hoz.

Aquel estudio acordado con Klein-Martínez de Hoz catapultó al director de la revista “Estudios”, el economista Domingo Cavallo, al interior de la administración de facto. Primero como Subsecretario legal y técnico del Ministerio del Interior (1981) y al poco tiempo a la presidencia del Banco Central (1982).

En los 80, con el regreso de la Democracia, el Astori-Lab le suministró gran parte de los diversos gabinetes al Gobernador radical Eduardo Angeloz. Pero hacia mediados de los 90, después del roce político durante el menemismo Domingo Cavallo hilvanó un mix conservador y peronista capaz de sustituirlo.

Así se fue conformando, hacia fines de los 90, lo que luego fue la marca Unión por Córdoba que en 1999 depositó a José De la Sota en la Gobernación. Cargo que alternó 2/1 con Juan Schiaretti, hasta el trágico fallecimiento del primero (2018), y a partir de 2023 delegó en el actual mandatario Martín Llaryora.

Cuarenta años después de su irrupción como niño mimado de don Piero Astori, impulsor de la Fundación Mediterránea, Schiaretti en la actualidad contempla en la presidencia de la entidad a María Pía Astori. De este acervo, el ex mandatario cordobés aprendió cómo solventar un proyecto político, más allá de su éxito (o no): siempre caminando por el andarivel diestro, pero dicho con la verba operativo-funcional para que no se note tanto. Aunque siempre en la misma senda. 


NdR, 4 de septiembre de 2025.

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