#Conlavacaatada
F.P.
La tentación latente de cualquier paisano con más de 1.000 hectáreas en la Pampa Humeda, consistente en identificar lo que le sucede a él con el país {*}, se verificó este sábado en la inauguración de la expo de la Sociedad Rural Argentina. Allí, su titular Nicolás Pino contrastó que aún “en un país en sombras” la entidad ruralista concebida hacia 1866 por socios como José Toribio Martínez de Hoz en la actualidad mantiene su apego a extender recetas para el país. Si bien éstas van ocho décadas hacia atrás.   
En el discurso de apertura de la 135 Expo Rural, Pino sugirió el ejemplo de esta entidad que adoptó el voto electrónico para celebrar sus elecciones de autoridades y anheló un país que fuese en la misma dirección. O sea, el País Sociedad Rural Argentina con este cuestionado sistema de votación, el cual acabará con quienes arriban a un cargo con pretensión de echar raíces en estos sillones. Excepto los jueces, sobre todo los que favorecen con sus fallos los aristocráticos deseos de la SRA quienes, sí, pueden permanecer el tiempo que se les antoje.
Por fortuna, suspiró el titular de la Sociedad Rural, el país SRA está al caer y se empezará a insinuar en un par de fines de semanas. Por ello Pino saludó a Horacio Rodríguez Larreta y a Patricia Bullrich, a quienes denominó “los nuevos gobernantes”, si bien para ello faltaría el voto de 34 millones de electores, tal vez con la intención de atenuar abucheos y vituperios luego del abrazo con Sergio Massa. No fue aleatoria esta indicación desde el atril al alcalde porteño, impulsor de la Boleta Única Electrónica hacia las presidenciales 2027.  
El resto fue encarrilado por la senda discursiva tradicional del aristoagro, exhortando a un Estado que permita ciertas picardías, especulación, subvención o daño ambiental cuando los actores de este rubro se lo reclamen. Al igual que el regreso de la meritocracia, la liberalización cambiaria, menores impuestos y mayores márgenes para ganancias extraordinarias. Como en aquellos años de gloria en los que mandaban uniformados como Juan Carlos Onganía (en la víspera se cumplieron 57 años de La Noche de los bastones largos, uno de sus hits), uno de los devotos del mundo pastoril.  
Incluso, Pino llegó a considerar al “campo” como el sector situado “a la vanguardia” en materia tecnológica (chupala INVAP!) porque invierte en maquinaria y en tecnología aplicada. Sin embargo, intercaló con frases como que por ello “los jóvenes se interesan” en ingresar a este sector (“porque el campo les brinda a los jóvenes un proyecto de vida, un espacio de innovación y la adopción de todo ese desarrollo tecnológico”, describió), a la par que “disminuye el número de productores” ya que 70.000 dejaron la actividad en las últimas dos décadas.
Es decir, en el agro está vigente la meritocracia como variante de la selección natural darwiniana: de 297.000 productores censados en 2001 pasaron a ser hoy 227.000. Pero más jóvenes probablemente, en atención al rasgo etario pujante reseñado por el presi de la Sociedad Rural, seducidos por este proyecto de vida, segmento de innovación y nuevas tecnologías. 
O bien puede ser simplemente una variación en cifras, remarcando la concentración en el manejo de superficie apta para los cultivos o la crianza de animales, antes que las 70.000 familias “en peligro de engrosar las listas de pobres y marginados” [NdR: es de suponer que dos décadas serán tiempo suficiente para inducirlos a un cambio de actividad]. Un efecto socio demográfico y productivo que bien podría ser generado por La Mujer de Blanco, el Hucumar o la termodinámica de las tres pizzas, aunque más a mano está culpar a “las retenciones”. 
Es casi una formalidad destacar que ninguno de los presentes siquiera tosió en medio de esta enumeración despareja y aleatoria de buenas y malas, o su explicación a partir de causas extravagantes (como la del cobro de retenciones ligado a la baja en la cantidad de productores). Y es que en la primera fila del predio palermitano, además de Bullrich y Larreta, se ubicaron Jorge Macri, Diego Santilli, Luis Petri, Felipe Miguel, José Luis Espert, Ricardo López Murphy, Hernán Lombardi, y el gobernador correntino Gustavo Valdés -cerca del ministro de Agricultura uruguayo Fernando Matos- a quienes Pino santiguó como “los nuevos gobernantes”. 
En tanto, el enérgico abrazo que el titular de la SRA intercambió el miércoles pasado con Sergio Massa fue referido implícitamente en el descargo de haber vivido “en carne propia” la metralleta de “frivolidades y pequeñeces”. Un encuentro que según Pino no pasó de ser un gesto y no hace mella en la consideración de un Estado como socio “desleal y forzoso”, alternando subsidios como el “dólar agro” con controles al contrabando de granos y cobro de impuestos.
Un nexo, a lo mejor, menos conflictivo que con el sindicato de estibadores rurales. Con la UATRE, Nicolás Pino aseveró que los inversores agrícolas pueden dialogar “en un mismo idioma”, dado que ambas partes concluyen a la hora de “entender de una sola vez que estamos todos en el mismo barco”. Claro que una cosa es la dirigencia del mencionado gremio y otra muy distinta sus afiliados. En este último casillero, el portavoz empresario cuestionó a quienes izan banderas de “legislación anacrónica” y en vez de subirse al mismo barco optan por las chimeneas de la “industria del juicio”. 
Respecto a la tregua del gobierno con el FMI, Pino adelantó que con este menú “no nos dan previsibilidad, dado que se tomaron por una necesidad financiera del gobierno y no en beneficio del sector productivo” agroganadero. Y ni hablar de la locura entablada en algunos territorios reclamados por quienes se “hacen llamar ´comunidades originarias´”, pero en su óptica sólo son “delincuentes comunes” o bien las autoridades de la provincia de Misiones al prohibir esa sustancia más cristalina que el agua mineral, llamada glifosato. 
En general, el portavoz de la entidad cuestionó el millonario derroche estatal que solventa esa “enorme fiesta” en la que se celebran banquetes y bacanales para 14 millones de prójimos beneficiados con planes asistenciales. Esto, en lugar de instruirlos en “la cultura del trabajo”, a lo que posiblemente 13.890.000 no se niegan, si bien no consienten el placer de esforzarse a cambio de mendrugos. De todas maneras, “está claro por qué camino NO hay que ir”, sentenció el buen Nico P.
“A los nuevos gobernantes les pedimos (dijo mirando el palco donde se ubicaron los precandidatos presidenciales Larreta y Bullrich), no que dejen de ayudar a los necesitados”, aconsejó Pino mirando tanto a Larreta como a Bullrich, a fin de respetar “su dignidad a través de medidas económicas que creen puestos genuinos de trabajo”.  
En contraposición a este gasto de energía vital, el presidente de la Sociedad Rural dirigió loas al accionar de los jueces. Pino advirtió que unos días atrás, el Poder Judicial avaló al distrito federal cordobés a tratar la presentación hecha en 2022 por la Sociedad Rural Argentina para eliminar las retenciones a la producción agraria.  Y hasta intentó recitar el preámbulo de la Constitución Nacional, imitando a Raúl Alfonsín, hasta que la silbatina se lo dejó.
{*} Respiración artificial, Ricardo Piglia.
NdR, 30 de julio de 2023.