#MalaCostureraBlues
F.P.
Como el nivel de combustible en el tanque o la batería en el teléfono móvil, las reservas en dólares del Banco Central son un indicador importante. Y en el caso actual de la autoridad monetaria criolla la “W” -por el “waiver” que asoma en los próximos días- es la letra más recurrente. Aún si la licitación este miércoles de los nuevos Bonos del tesoro argentino fuera un gran hit.
Si bien un pedido así al Fondo Monetario Internacional no es equiparable al knock out definitivo, tampoco andar a los tumbos no augura un futuro venturoso. Por lo cual, un ´aguantame hasta que la junte´ al que se emparda un “waiver” comienza a aparecer hacia mediados del próximo mes.
El 13 de junio la administración mileidista seguramente realizará esta comunicación al organismo internacional con sede en Washington. Cuando hayan transcurrido sólo dos meses del acuerdo aprobado el pasado 11 de abril, por el cual el FMI depositó en el BCRA u$s 12.000 millones. Todo para estar al día de hoy con las cuentas en rojo!
Aquel compromiso incluyó la obligación de sumar u$s 4.500 millones en la cuenta de reservas internacionales del Central, lo cual sería un logro casi imposible en los próximos quince días. Por medio de la licitación prevista para este miércoles [NdR: Ver artículo] el Palacio de Hacienda calculó que yendo a barlovento alcanzaría a juntar u$s 1.000 millones con la suscripción en dólares de los BonTe.
Mientras, los u$s 3.000 millones restantes serían susceptibles de atesorarse pasando el medio mundo entre los multimillonarios o tal vez sacarlos de los “Pierodólares”. Sino, al promediar junio habrá que ir hasta la capital estadounidense y pedir un “waiver”, concluyó en un seminario organizado por la firma Valo el economista Ricardo Arriazu.
Al finalizar esta semana se conocerán los datos exactos y oficiales, sin embargo analistas financieros indicaron que el Banco Central habría usado u$s 1.500 millones en el segmento del dólar futuro. Una herramienta con la cual la autoridad monetaria intenta contener la expectativa de devaluación, durante un determinado lapso de tiempo (generalmente 4, 6 o 9 meses) en el sector especulativo.
El gobierno esperaba contabilizar hacia fines de mayo u$s 50.000 millones en reservas internacionales, pero todo indica que quedó corto: u$s 12.000 millones por debajo de ese nivel. Y a una distancia mucho mayor que la considerada por Arriazu para un país con su economía totalmente normalizada: u$s 100.000 millones de reservas en el BCRA.
Tanto funcionarios afincados en Yrigoyen 250, dirección del Ministerio de Economía, como economistas afines aún pretenden maquillar el julepe. A eso se deben sus intentos de publicitar la licitación de los BonTe, no como una simple toma de deuda con privados, sino cual señal de una reapertura al crédito privado internacional.
Pero a la par de esas metáforas le compiten los recuerdos. “En 2018 a este mismo ministro ya le pasó, sostuvo con deuda el tipo de cambio atrasado y las complicaciones fueron mayúsculas para la sociedad”, rememoró este martes el economista Eduardo Setti. En opinión del ex Secretario de Finanzas del Ministerio de Economía, aclaró que “esto no es una vuelta exactamente a los mercados internacionales”, dado que por “el riesgo país hoy no están dadas las condiciones como para volver”. Más bien, es “tomar dólares pero con un bono en pesos, es un mix”, definió en entrevista con Canal E.  
NdR, 28 de mayo de 2025.