#Pelosiporsueloasiatico #Geopoliticaallimite
Señora de todos los refucilos misilísticos en el poniente, la congresista Nancy Pelosi finalizó por estas horas su gira por Asia. El tour pre bélico tuvo como motivación principal sondear a los líderes de esta región qué onda si hubiese una hipótesis de conflicto con China, si es que alguien, como quien no quiere la cosa, se diese una vuelta por Taiwán.
Por cuestiones de azar, a la propia legisladora estadounidense le tocó hacer esta visita por Taipei, la principal ciudad taiwanesa y que es origen de un asunto litigioso con el gobierno chino, ya que Beijing considera a esta isla parte de su territorio. Pelosi, de 82 años, si algo tiene es experiencia en el ejercicio de su cargo, condición emanada de los 35 años que lleva en él. En un desternillar conjetural, si alguien en su equipo se anoticiase respecto a encendidos debates en la política gaucha sobre demanda de alternancia.
Y eso que, no por el hecho de ser casada y haberlo adquirido con los años hasta darle relieve nominal marketinero, pero la oficina del registro civil de su natal Baltimore (Maryland) en realidad la recibió un 26 de marzo de 1940 como Nancy D´Alessandro. El “Pelosi” le fue adicionado después, unos 23 años luego, tras su casamiento con Paul Pelosi, magnate y propietario del equipo de futbol americano Sacramento Mountain Lions.
Sin embargo, en el traslado de la ciudad esteña que hacía delirar a Edgar Allan Poe hasta San Francisco a Nancy le valió más el D´Alessandro. Un dato que no escapó al congresista Phillip Burton cuando trabó amistad con ella, a partir de notar que su ascendencia estaba ligada a Thomas D´Alessandro Jr, parlamentario desde 1939 hasta 1947, año en que asumió como alcalde de Baltimore (reelecto hasta 1959). Y por ello mismo, el nexo de Nancy y su progenitor con Thomas D´Alessandro III, jefe comunal de Baltimore en el período que fue de 1.967 a 1971. Este último, hermano de Nancy. 
Los días en la ciudad empinada y con su tranvía característico le fueron bastante bien a D´Alessandro-Pelosi, pues la amistad con Burton también se extendía hacia Sala, su esposa. Ambos le tenían gran estima. A tal punto que Phillip, quien falleció en 1983 (por poco no llegó a cumplir 20 años en su banca), fue sucedido por Sala Burton, para asombro de los que aún se indignan, desde estas latitudes, contra las familias con vocación por la política [NdR: y ello sin mencionar que Phill tenía como hermano a John Burton, senador por el estado de California por 8 años y antes integrante de la Cámara baja nacional].  
El hecho fue que luego del deceso de Phillip, su cónyuge, Sala Burton lo sucedió en la misma banca como congresista. Aunque en este caso, sólo hasta fines de 1986 cuando debía definir campaña por su reelección, le descubrieron cáncer y optó por inclinar su respaldo –y el de los Burton- a favor de Pelosi. Fue así que Nancy resultó electa en 1987 y se mantiene en tal cargo hasta estos días, ahora en condición de titular de la Cámara. Y como se vio en estos días, con el dedito húmedo para pasárselo figuradamente a los chinos.