Papel al tacho

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El naufragio de una causa con amplia difusión parece cantado, luego que la justicia provincial ordenara la liberación de uno de los principales detenidos. El chasco pone el foco nuevamente en un complicado distrito del sudeste provincial. Y acá va el adelanto.

La orden de liberar al policía Antonio Javier Armella, dispuesta esta tarde por la justicia provincial, apunta a derrumbar como un castillo de naipes una archi-mega-gran investigación publicitada en 2018 por el distrito judicial anteño. Esa disposición que benefició al uniformado, además, implicó una bofetada a la tarea realizada por el fiscal penal del sudeste, Gonzalo Gómez, ya que al margen de su pobre actuación en este caso sorprendió que los sucesivos traspiés se hayan dado en una causa denunciada por su tía.

Por lo demás, la disposición restituyendo sus plenos derechos al sargento Armella estaba al caer, luego que el jueves 18 de julio el Vocal de la Sala 3 del Tribunal de Impugnación declarar nula la investigación por la que Gómez lo había puesto tras las 8 meses antes. En tal razonamiento, el órgano del TI exhortó a la justicia anteña actuar con inmediatez “y a la mayor brevedad posible por encontrarse la causa con personas privadas de la libertad”.

Por añadidura, el Vocal de la 3 del mencionado organismo, también advirtió que esta disposición de nulidad se deberá extender a “todos los actos consecutivos y posteriores que de él dependan”. Con la liberación de Armella, producida este viernes al mediodía, naufraga la promocionada investigación que en noviembre de 2018 fue arrullada con grandes titulares, relativos al “profesionalismo” con que había actuado el Fiscal penal anteño en este aparente desbaratamiento de una “banda de piratas del asfalto”.  

Luego de esta publicitada incursión en la página oficial de www.fiscalespenalesalta.gob.ary periódicos de circulación masiva, relatando el hallazgo de esta organización criminal con ramificaciones en otras partes de la provincia y hasta en Jujuy, el ocaso al apagarse las luces mediáticas permitieron ver lo enclenque del argumento en el que se había basado.

Un detalle para no perder de vista, tanto desde aquel momento como al día de hoy, es que el Fiscal Gómez había dispuesto pinchaduras telefónicas y una veintena de allanamientos para vertebrar las pesquisas dispuestas en noviembre de 2018. Aunque inmediatamente después de los procedimientos, los que tuvieron una efectividad de apenas un 30 % (NdeR: 7 capturas de 20 allanamientos), de los piratas del asfalto apenas quedó en limpio un grupo de descuidistas. Y de las supuestas y numerosas víctimas de este accionar, solamente la casa de la tía del fiscal que había sido desvalijada.

A medida que se fue desvaneciendo este caso, el Juez de Garantías, Sebastián Guzmán,  en febrero pasado, había dictado la nulidad parcial de la actuación del Fiscal al argumentar que ésta era “defectuosa en esas averiguaciones preliminares”. En un recurso que interpuso la defensora de Armella, la abogada María Vanina Castaño, se explicó que GG había realizado un accionar “contradictorio y desprolijo”, dado que “luego de su primera inhibición continuó investigando”.

Incluso, expuso la letrada que “ya no podía realizar ningún acto en el proceso y además, no se inhibió oportunamente de investigar el hecho denunciado por  su tía, sino que acumuló las causas luego de esa denuncia y continuó investigando”. Así lo marca el epílogo de esta decepcionante historia: de la Super Banda a un puñado de pelandrunes, de la compleja y concienzuda vigilancia del mundo delictivo a unas simples excursiones de pesca. Y la tía mayor, quien andará por ahí, con tanta falta de certeza como el día que encontró todo su domicilio revuelto.

NdeR, 19 de julio de 2019. 


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