#ComplicidadSindical
La figura rechoncha de Héctor Daer, secretario general del gremio de la Sanidad, fue una de las más invocadas este fin de semana en medio de los anunciados cierres de hospitales.A la par del Ejecutivo nacional, sobre el dirigente sindical recaen vituperios debido a su parsimonia ante tales clausuras, al igual en cuanto a su condición de triunviro de la CGT.
Aún está fresco en la cosmovisión de los ciudadanos el reciente encuentro del pasado martes que Daer, Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA) mantuvieron con el Jefe de Gabinete Guillermo Francos. Encuentro luego definido como “tregua” por los medios afines al mileidismo, pues los portavoces de la CGT se comprometieron a no movilizar por más que la Stihl pase cortando brazos, piernas o lo que fuere.
Pero con el anunciado cierre del Hospital de Salud Mental “Laura Bonaparte”, sumado a las amenazas que el Garrahan y otros centros de salud nacionales transiten este mismo final, las protestas por fuera de los gremios cegetistas se hicieron sentir. Más allá que la entidad de calle Azopardo 602 no tiene en sus genes andar vociferando por las calles, en contraposición a la predilección de sus integrantes por oficinas alfombradas, con aire acondicionado.
Luego de esta tertulia en Balcarce 50, Martínez señaló que “Francos auguró una nueva etapa de diálogo y dijo que ese diálogo tiene que ser institucionalizado, no solamente planteado en la relación bilateral con nosotros, sino que la idea es también incorporar al sector empresario”. Nexo que a los regentes de la CGT se les da bastante mejor la tertulia con las patronales, incluso, antes que con sus propios afiliados.
En el caso de Daer la muestra es palmaria, dado que ATSA ni siquiera emitió aún un comunicado fijando posición frente al cierre del hospital porteño, el cual preanuncia otros nosocomios en todo el país con puertas clausuradas. De hecho, este fenómeno está ocurriendo a raíz del desfinanciamiento del Ejecutivo nacional que ya provocó un 70 % de quirófanos fuera de servicio en el Garrahan, alarmante falta de insumos en otros centros de salud y galenos al borde del colapso por bajos sueldos & pésimas condiciones laborales.
En la semana, Daer, Rodríguez y Martínez -entre otros- acordaron con el mileidismo que no habrá leyes que pongan tope a mandatos sindicales extendidos por décadas, equiparándolos a cuasi intocables deidades del hemisferio judicial. Sendos protagonistas de las últimas 4 décadas en las que los haberes se hundieron, si se los mide en poder adquisitivo, pero inexplicablemente gremialistas -tampoco jueces- se vieron en la necesidad de rendir cuentas a nadie. 
NdR, 5 de octubre de 2024.