#Zarandeadosdiasenjulio
F.P.
No es lo mismo suponer que se cuenta con la vaca atada en suelo tucumano para un 8 de julio que despertarse el 7 de julio en medio de un encierro de toros, en San Fermín. Si bien el mileidismo alternó entre guiños y falta de convicción e ideas propias en la oposición invitada al acto del fin de semana XL en el Jardín de lo que Queda de la República, al coscorrón se lo proveyeron los ´mercados´.
La largada del séptimo mes del año se pareció más a los 849 metros de la adrenalínica fiesta celebrada en Pamplona (España) cada siete de julio, antes que cualquier festejo patrio en Casa de la Independencia el 8 de julio, a las 00 horas. Sucede que los actores del mundo financiero carecen de elementos objetivos para darle changüí al oficialismo libretario, de ahí el temperamento algo más taurino, como de bóvidos soltados en este recorrido -muchas veces fatal para voluntarios transeúntes- hasta la plaza de toros.
En cambio, la oposición al gobierno nacional se encuentra falta de proyecto y de discurso, aunque cuente con un diagnóstico similar al enarbolado por los detractores del mercado. Así, algunos de sus representantes -además de Gobernadores y legisladores- asoman más inclinados a rubricar lo que el mileidismo les ponga delante el próximo lunes. Esto, entendiendo a pejotismo y macrismo como antecesores de lo que alumbró a fines de 2023.
La primera rueda de negocios de la semana situó en las pizarras al dólar blue en $ 1.448 (en cuevas salteñas), pero más importante aún fue la marca del riesgo país en 1.513 puntos. Esta última es la sobretasa -por encima de los bonos estadounidenses- calculada para operaciones de crédito hechas por el Estado argentino, según la cual por encima de los 1.500 puntos equivale a señal de alerta.
De hecho, el Estado nacional tiene en los próximos días obligaciones por más de u$s 3.000 millones (entre pagos al FMI, a organismos internacionales, títulos soberanos y los BOPREAL) que ensombrecen el corto y mediano plazo. No ya el avistamiento de un 2025 con pagos externos refinanciados al calor de un nivel de riesgo país tres veces más bajo -500 puntos-, sino, un final de 2024 en plena incertidumbre.
Cabe recordar que la meca de todo agente financiero que se precie de tal tiene precisamente la escultura de un toro en el Bowling Green cercano a Wall Street. Distrito neoyorkino desde el cual en las últimas semanas, luego de sembrar, regaron de dudas respecto a la solvencia del programa dispuesto por el 5º piso del Ministerio aún comandado por Luis Caputo.
Y es que por la recesión en la que el propio Messi del Fiado metió a la economía criolla, la recaudación del Estado nacional se precipitó de manera abrupta. De modo tal que la recaudación por el IVA se derrumbó en junio un 20 % -caída general de 14 % en todos los recursos tributarios-, según el informe más reciente dado por la AFIP.
Cifras indicativas de un “programita”, como lo rebautizó la semana anterior el economista ortodoxo Carlos Melconian, que no despierta confianza por acá, ni por allá. Excepto en la franja de la población motorizada por la esperanza que al gobierno mileidista le “falta tiempo” o puede que encabalgada en la alternativa de una sustitución con lo anterior, eventual reemplazo al que se mantiene refractaria.
NdR, 2 de julio de 2024.
