La manera en que pasó esto

- PARECERES

La manera en que pasó esto
La manera en que pasó esto

El confuso muestrario de posibilidades difundido desde suelo correntino por la prensa metropolitana sólo propende a incrementar el desconcierto. Un rasgo acogido con entusiasmo por Casa Rosada, pese a la posibilidad de arrastrar a los medios en el fango del descrédito. Un panorama que intentamos analizar a continuación.


#Entrehumoyembrollo

F.P.

Las fanfarrias reporteriles en la ya extenuante cobertura del caso Loan Peña, provincia de Corrientes donde aterrizaron varios canales metropolitanos, constituye la muestra palmaria de hasta dónde una parte significativa del periodismo está dispuesto a resignar profesionalismo. El correveidilismo sustituyó a la información, alertó este martes la doctora en Comunicación Patricia Nigro, docente investigadora de la Universidad Austral.

Y en realidad, basta con repasar la metralla de rumores sin menor sustento propalados por comunicadores criollos asignados a dicha cobertura en suelo correntino. La cual consiguió extenuar la lista de sospechosos en un poblado como 9 de Julio, donde los apenas 2.000 ciudadanos tal vez suponen -con algo de razón- si alguno será el próximo en tal listado.

De este accionar en la provincia nordesteña puede inferirse una propensión al reemplazo del “dato” por la imaginería popular. Con lo cual se abandona toda pretensión que la tarea de prensa se mantenga dentro del contorno de una práctica profesional y ello no es responsabilidad del cotilleo pueblerino o barrial.

En relación al Caso Loan, los especialistas al micrófono que mantuvieron su honestidad intelectual rebanaron las probabilidades acerca de una red de trata. Principalmente por las características aleatorias del almuerzo del pasado 13 de junio, cuando se originó el misterio del árbol de naranjas. Así, el especialista en criminología Raúl Torre y su colega Paulo Kablan, en cierta forma ´pincharon el globo´ al sensacionalismo y, en cambio, abonaron la hipótesis de un accidente o de un caso de abuso sexual empardándolas o situándolas por encima de la conjetura más difundida.

Es decir, en contra de la presunción y de toda comadreada o compadreada lugareña, de la prensa metropolitana y hasta de la Gobernación correntina. Ciertamente, la policía y las autoridades judiciales en esta provincia generan estupefacción por su ineptitud -o complicidad- a la hora de dictar procedimientos de investigación. Algo que realimenta el cuchicheo recogido por los cronistas metropolitanos, quienes lo elevan a un rango similar como si fuesen empardables a hipótesis de investigación.

Nada más alejado de la práctica periodística, entendida como una rama científica, por lo tanto, la mayoría de las veces reñida con el sentido común. Esto, sin mención a lo profesional, pues entendemos de manera unívoca esta vía para ejercer las tareas relativas a informar (dejando a un lado lo no profesional).

En tanto, lo que abunda en esta situación correntina ha mutado en un espectáculo mediático que va desligándose de la noticia. En un crossover que no debe hacernos perder de vista que todo lo que se ve y oye en los medios de comunicación audiovisuales y/o digitales cae dentro del continente informativo. Allí también se pueden hallar contenidos ligados al género del entretenimiento, como parece suceder en el caso correntino.

En paralelo, esta mutación de lo informativo hacia la programación de entretenimiento debió haber generado el júbilo en Casa Rosada. Frutas y hortalizas del Caso Loan capaces de soslayar el derrumbe del 5 % del PIB en un trimestre, desempleo trepando al 7 % y desconfianza en incremento en los soportes externos del gobierno como el FMI y mercados externos, principalmente Wall Street [NdR: este mismo martes el economista Emmanuel Álvarez Agis advirtió que “Milei ya no tiene dónde ajustar” y que el crédito fácil ya “no está para la Argentina, como lo estuvo en la Argentina de Mauricio Macri”]

En relación directamente proporcional, la desconfianza social hacia los medios de prensa seguramente irá en detrimento. El último sondeo conocido data del pasado mes de abril, cuando la consultora Poliarquía ubicó al periodismo en mitad de tabla -un exiguo 20 %- en cuanto a confiabilidad. Es decir, por debajo de las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica, tal vez arrastrados por el descrédito hacia las grandes empresas, los sindicatos, los partidos políticos y el Legislativo nacional.

En general, es de suponer que el desempeño de la mayoría de enviados a Corrientes para la cobertura del Caso Loan profundice aún más la percepción popular, respecto a los medios de prensa. De ahí la perspectiva en base a la cual plantear eso de cómo fue que llegamos hasta acá. 


NdR, 25 de junio de 2024.

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