Una cosa de locas

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Una cosa de locas
Una cosa de locas

A menos de seis meses de gestión, el durandazo impositivo continúa haciendo mella en el nexo entre vecinos y la Intendencia capitalina. Un devenir mal visto que se encuentra en correlación con los montos pretendidos desde el Ejecutivo municipal. Así, mientras crece enloquecidamente la cantidad demandada desde la Muni gaucha, esto le pasa la escofina a la imagen pública del Alcalde.


#Durandazomunicipal

El declive en la gestión todavía a cargo de Emiliano Durand al frente del municipio capitalino no está enfocada en los sondeos, en su rol como showman televisivo, ni en la parálisis de la administración. El principal causante es el descomunal impuestazo que viene descerrajándose sobre los vecinos, sumado a todo lo anterior. 

Desde diciembre pasado a la fecha, la proporción de tributos y tasas capitalinas cobradas a los vecinos en nuestra ciudad viene creciendo de manera geométrica. La mayor proporción en dichas cantidades fue notada por NdR a partir de marzo [NdR: Ver artículo] y llegado el quinto mes del año no ha parado de incrementarse. Todo ello, ante el visor de una administración citadina desbordante de sarasa y ninguna concreción.

En el daguerrotipo que ilustra esta nota podemos establecer una comparación entre el monto global de la boleta de EDESA, la que contiene la caja sorpresa con los papiros demandados desde el Centro Cívico Municipal y el cual sedimenta con el aumento en la tarifa eléctrica. Pero la proporción de la carga impositiva y por “contraprestación” en obras (¿?) y servicios municipales resulta 5 veces mayor, en comparación con la luz.

A lo mejor, por este motivo no sorprende una reciente medición rubricada por la consultora CB en la que sitúa a Durand entre los cuatro peores Jefes comunales del país, de acuerdo a la consideración vecinal. Lo que tiende a destartalar la conjetura naïf respecto a  un Alcalde con incesantes apariciones televisivas y radiales para abuenarle la imagen, la cual tiende a desbaratarse con el durandazo impositivo y las diferentes aristas de su administración con un rosario de huecos. 

Claro que en la consideración popular, registrada en dicha medición, no cuenta el beneplácito otorgado -en materia del impuestazo, principalmente- por los concejales capitalinos a todo lo dispuesto en los últimos seis meses. O bien puede ocurrir que la enclenque conformación del cuerpo edílico también sea cargada por la evaluación citadina en la mochila del mismo titular del CCM. Todo puede suceder, para peor.

NdR, 7 de mayo de 2024.

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