#Sasquenadaqueverconmiguelmateos
F.P.
La máxima expresión del emprendedurismo, alumbrada durante el gobierno macrista, en gran medida fue utilizada para lavar guita. Una de cada seis Sociedades por Acciones Simplificadas fue usada con fines delictivos, principalmente en la emisión de facturas truchas. El caso más emblemático fue el de la banda narco Los Monos.
Un trabajo elaborado por la AFIP en 2020 determinó que 2.000 de estas SAS (de un total de 12.000) se dedicó a emitir facturas apócrifas. En tanto, en un trabajo del organismo recaudatorio correspondiente a 2021, éste precisó que un 70 % de la facturación salió de este tipo de forma societaria, señaló un informe del diario Ámbito Financiero.
En nuestra provincia, las SAS aparentemente habían descollado allá por 2020 y 2022, dado que a varias de ellas las había alumbrado Darío Monges, el “emprendedor” ligado al oficialismo provincial asesinado de cinco disparos en septiembre de 2022. En total, fueron 11 Sociedades por Acciones Simplificadas fundadas en Salta y una en la vecina provincia de Jujuy, las que lo tuvieron como fundador, entre 2020 y 2022.
Desde transacciones con productos e insumos agroganaderos, hasta servicios de transporte, y pasando por actividad fiduciaria y consultoría, habían sido las actividades declaradas por Monges cuando alumbró esta docena de SAS [NdR: Ver artìculo]. Es ésta una causa enmarcada en epílogo con asesinato estilo mafia que “en el caso de Salta, las 11 SAS fueron inscriptas con un capital inicial de $50.000 cada una (totalizando $550.000) y la de Jujuy trepó a $200.000”, puntualizó en septiembre último el portal Buufo, en base a información de Boletín Oficial.
Los espíritus de porcelana que alientan la hipótesis que la actual es una campaña “tranquila”, pese a un cierto picor en algunos cruces verbales, más allá de toda ingenuidad debieran tener en cuenta el caso del violento crimen de Monges. Y el apadrinamiento político en el previo tour carcelario previo, realizado por el occiso en unidades de detención del norte provincial. 
En el trabajo de la AFIP se consignó que la confección de facturación trucha, y luego el cómputo del crédito fiscal ficticio “constituye una de las maniobras de evasión de impuestos más generalizadas” (además de las conversaciones sobre la ola de calor actual y los partidos de fútbol, por supuesto). De aquellas épocas doradas de emprendedurismo, solamente quedaron su hermano Damián Monges, Agustín Ortiz y Víctor Tolaba a cargo de esta docena de sociedades. Respecto a cuya actividad, como tampoco sobre los 5 disparos descargados en contra de Darío, la justicia no avanzó, valga la redundancia.  
En general, “la persistente magnitud de este delito tributario se vio incrementada significativamente durante los años previos a la pandemia, como consecuencia de la creación en 2017 de la figura Sociedad por Acciones Simplificadas”, resumió la monografía elaborada por AFIP.
A ella recurrió el grupo inversor, de emprendedores, a quienes las malas gentes sitúan en Rosario y denominan Los Monos. Esta cofradía contribuyó con la creación de 40 firmas del tipo SAS, desde las cuáles fueron libradas 10.000 facturas falsas, cuya meta fue lavar $1.200 millones.
Y si bien los integrantes de aquel think tank rosarino acabaron formalmente tras las rejas, esta dificultad no atenuó la operatoria habitual de las mencionadas compañías. Esta situación sugiere, conjetura enarbolada por el senador nacional Oscar Parrilli, intensa actividad de las SAS a pesar que sus fundadores permanecían en cana.
Y cabe indicar que no es el ZAS, grupo que solía acompañar al músico Miguel Mateos, entre otras ocasiones cuando actuaron como teloneros de Queen. Estas SAS tienen diferencias de grafía y de funcionamiento, pese a la pronunciación errónea vocalizada por algunos de los impulsores vernáculos del emprendedurismo.  
Crédito fotográfico: Buufo.
NdR, 9 de marzo de 2023.