Si todo fuese cuestión de números

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Si todo fuese cuestión de números
Si todo fuese cuestión de números

La búsqueda de cifras similares puede conducir al absurdo o a comparaciones ilustrativas a quienes hacen culto de la mera cuestión numérica. Como en el caso que nos ocupará en las siguientes líneas. Lo que repasamos sin pérdida de tiempo.

El quinielerismo político y los dirigentes demasiado afectos a los asuntos numéricos, ya sea en encuestas de dudosa concepción sociológica o cualquier martingala que satisfaga esta obsesión, podrían tener números de los cuáles agarrarse. Al menos en Salta, la única medición cercana a empardarse con el indicador de popularidad del presidente Alberto Fernández es el de la pobreza infantil. Este año, esta variable llegaría al 65 %.   

Así lo advirtió este miércoles el investigador Jorge Paz, del Instituto de Estudios Laborales y Desarrollo Económico (dependiente de la Universidad Nacional de Salta), previendo el promedio provincial. Aunque muchos giraron sus cabezas en dirección al norte provincial, donde el fin de semana anterior falleció por desnutrición otra niña de la comunidad wichi, afincada en el departamento Rivadavia.

El científico marcó esta dicotomía para gran parte de los salteños, quienes oscilan entre permanecer en sus casas para prevenirse del coronavirus, pero al mismo tiempo padecen los efectos de no poder realizar sus respectivas tareas para el sustento diario. De acuerdo a las proyecciones del IELDE, este año terminaría al menos con un 64 % de pobreza infantil de promedio en toda la provincia.

Paz comparó que en estos días diera la impresión “que la muerte que importa es por COVID y nos olvidamos de todo lo demás”, le dijo al portal La Izquierda Diario. Sin embargo, la realidad indica que existen muchas demandas insatisfechas en materia de atención sanitaria y asistencial, como de violencia de género.

El experto detalló que “para los chiquitos wichís la escuela es una institución muy importante. Son muy estacionales las muertes de este grupo de población y se dan generalmente cuando los niños no están en la escuela porque en la escuela toman agua, comen”, dijo al retratar una situación equiparable a los vecinos de la porteña Villa 31.

Paz indicó que la “contención social” es tan importante para este sector social, a tal punto que si ésta se interrumpe por algún motivo se produce un aumento en el peligro de la situación nutricional en los niños wichi. “Y ahora las escuelas están cerradas. Ahora sí está bien el quedate en casa, pero qué tenemos en casa como para sostener esa situación de carencias materiales tan fuertes como se dan en esos sectores”, contrastó el docente universitario.

El pasado jueves, el norte provincial volvió a inscribir en los registros el fallecimiento por desnutrición de una niña más que se agrega al luctuoso saldo de este año. La nena de dos años que expiró al finalizar la semana anterior era oriunda de Rivadavia Banda Sur, de la comunidad La Esperanza. El deceso se produjo en medio de precedentes que habían marcado el estado de desnutrición, diarrea y bajo peso que acarreaba.

Con la muerte de esta niña wichi, 2020 sumó 30 los menores fallecidos por cuadros compatibles con la deficiencia alimentaria, en un período no escolar.

NdR, 27 de mayo de 2020. 


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