#BarrotesChupadosAjuste
F.P.
El avance autocrático del mileidismo sigue tensando los límites con el secuestro del dirigente Juan Grabois, mientras se espera al próximo martes para conocer la determinación de la desvencijada Corte Suprema sobre Cristina Fernández de Kirchner. La moneda ya está en el aire y el resto espera a ver de qué lado cae.
Tras la liberación posterior a su detención ilegal por orden del Poder Ejecutivo Nacional, como lo admitió este sábado el Jefe de la Policía Federal Luis Rollé, Grabois admitió no tener en claro cuáles cargos le imputaban. “No tengo una imputación específica”, resumió este domingo por la madrugada el propio Grabois, tras ser liberado al igual que el dirigente Valentín Peralta Ramos.
En tanto, Rollé dijo sin vueltas que la acción de ´chupar´ al dirigente barrial en la Superintendencia policial fue ordenado por el Presidente Javier Milei y la ministra (Seguridad) Patricia Bullrich. Es decir, a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y pese a que el ejercicio temporal no está formalmente en manos del mandatario -quien visita España y luego Francia-, sino de la Vicepresidente Victoria Villarruel.
Un berenjenal institucional en que posteriormente intervino el juez Sebastián Ramos, benefactor de sus colegas peregrinantes hacia Lago Escondido en octubre de 2022. Es decir, un protagonista en casos escandalosos que adicionan descrédito vecinal en cuanto al funcionamiento del Poder Judicial, como lo atestigua la detención ilegal de Grabois.
Ciertamente el armado institucional criollo quedó bastante enclenque desde aquellos festivales de detenciones (a dirigentes políticos del peronismo como a empresarios) reñidas con lo legal, durante el gobierno macrista. En cuyo contexto se habla a voz en cuello respecto a la conjetura si con el secuestro de Grabois Casa Rosada tal vez estuvo sondeando con vistas al martes próximo.
Se sabe que estos son los días en que se reúne lo que queda de la Corte Suprema, órgano judicial hoy integrado por tres miembros. O dos y medio, si se tiene en cuenta que a Ricardo Lorenzetti lo recusó la defensa de CFK, sin embargo igualmente votó la admisibilidad en el máximo tribunal de la causa contra la ex Presidenta.
Desprovisto de todo escrúpulo periodístico, los heraldos de la derecha anticiparon que el martes 10 de junio la Corte Suprema debería ordenar la detención de la ex mandataria nacional, a raíz de la extravagante causa Vialidad. La fecha límite es el 19 de julio, cuando expiran los plazos para inscribir candidatos para las legislativas bonaerenses del 7 de septiembre próximo. CFK ya confirmó que se presentará como postulante a una banca provincial.
En la víspera, Fernández de Kirchner rememoró en Corrientes que luego de este anuncio “salieron a pedir que me metan presa” y otros redoblaron sus críticas hacia su figura. En paralelo, contrastó que si fuese cierto que en lo electoral estuviese “acabada” no se entendería la razón por la que intentan que no compita. Perdigonada que da en el talante de la dirigencia salteña, desde donde hilvanaron cuestionamientos acerca del potencial electoral de CFK en la misma semana en la cual batió récords de televidentes en una entrevista en C5N.
En alusión a la insularidad en el armado político, al cual se remite la política gaucha de las últimas tres décadas, la titular del PJ nacional le destinó algunas consideraciones. “Todas las veces que los argentinos vivieron bien no fue por mérito de ningún gobernador, sino por un proyecto nacional”, recordó. En función de lo cual exhortó: “A ver si entienden que es necesario construir un proyecto nacional”.
Una idea alternativa al oficialismo nacional, hoy todavía promocionado en la prensa como un éxito y proyecciones resplandecientes hacia octubre. Aunque en el medio se encendieron recientemente luces de alerta por las comparaciones con el declive -en 2017- del macrismo. Empujar y solventar hasta que el dólar cotice a $ 1.000, y recién ahí comprar reservas para el Banco Central puede ser una quimera.
El mazazo al mileidismo se lo dio Alfonso Prat Gay, disertante ante ejecutivos del sector financiero en el Instituto Argentino de Ejecutivos, de la Universidad Austral. Allí, el ex ministro de Economía macrista alertó que “si a las reservas netas que son negativas y al déficit externo les agregamos la deuda que hay que pagar cash, no hace falta ser economista para ver cuál es el resultado final”.
La posibilidad de este epílogo es lo que pone nerviosa a la gavilla que anida en Yrigoyen 250, sede del Ministerio de Economía, en los cada vez más insistentes intentos de llevar calma al sector financiero. Y de manera idéntica, a la faz encargada de ejercer la fuerza y la violencia como la menos amable del ajuste brutal, en marcha desde hace año y medio. 
NdR, 8 de junio de 2025.