#TumbaQuebrachalTuroski
M.R.
Si nos vamos para el sudeste salteño, este día inaugural del nuevo año encontraremos El Quebrachal y un singular sitio de descanso en esa ciudad anteña. No será tan eterno como el del morador principal, pero en estas primeras horas de 2025 la particularidad se encuentra dada por la situación que se nos ofrece de manera contingente.
Nada como dormir en brazos (de la tumba) de Don Turoski es lo que podría resumir esta modalidad sui generis al combatir la hangover. Aunque con 38 grados como el de este miércoles, los rayos emanados de Febo casi convierten en prescindible al despertador o alguna otra alarma.
El vecino quebrachalense apeló a este cenotafio para reponer fuerzas y condición anímica, dos variables alegóricas al saludar con anhelos y proyecciones lo que viene con el cambio de calendario. Solamente bastará recordar, tal como lo hicimos hace poco menos de cinco años desde este sitio [NdR: Ver artículo] que el sitio de descanso para este notable ciudadano se encuentra en medio de una calle.
En octubre de 2020, detallamos en una crónica sobre un accidente vial en este poblado sudesteño el macabro hallazgo del túmulo correspondiente a Turoski, uno de los padres fundadores de El Quebrachal. Incluso, la posterior reacción de los contribuyentes locales por este trazado urbano con el cual se molesta el descanso de la destacada osamenta.
Por lo pronto, la tumba ubicada en medio de esta calle quebrachalense le ha proporcionado un aspecto de boulevar. Y la muchachada le asigna una función como de protección en situaciones en que uno está desvalido momentáneamente. No debe haber muchos lugares en el mundo con esta disposición urbana que hace convivir una arteria vial con una tumba,
Muchomenos, la confraternidad de este túmulo y la juventud. Como se sabe, en esos años mozos no se le teme a ministros de Economía como Luis Caputo y menos a los buenos hombres cuyos restos ya reposan para la eternidad.
NdR, 1 de enero de 2025.
