#AccidentesEsperandoSuceder
F.P.
La tragedia aérea de este miércoles en la localidad bonaerense de San Fernando encendió el debate de fondo, respecto a la conveniencia o no de relajar los controles a esta modalidad de transporte impulsada por el mileidismo. La espectacularidad del siniestro, con una avión privado incrustándose en una casa vecina al aeropuerto, gatilló varios cuestionamientos en torno al siniestro.
La velocidad excesiva que traía como envión el Challenger 300 LV-GOK, en viaje de regreso de Punta de Este, llamó la atención de varios expertos que apuntaron este factor al considerar que la nave intentaba aterrizar. Lo que empardó a otras versiones, casi sacadas de salones de coiffeur, acerca de alguna mal disposición anímica (bajón laboral y/o sentimental) filtrada en canales de televisión afines al oficialismo.
Al considerar este dato y ponderarlo, casi desvirtúa la hipótesis de la defección humana, teniendo en cuenta que la máquina tenía un doble sistema de frenado. Además, otro dato relevante y que involucra los lineamientos del Ejecutivo nacional será relevar si los pilotos plantearon la situación de emergencia a los controladores de vuelo del aeropuerto de San Fernando.
Desde las 13:30, minutos después del despiste del jet-perteneciente al Grupo Macro- en el lugar comenzaron a trabajar dotaciones de bomberos locales, Policía de Seguridad aeroportuaria y expertos oficiales en cuestiones de aviación. La Junta de Investigación de Accidentes Aéreos quedó a cargo del análisis de la caja negra del vehículo siniestrado, lo que suele revelar los minutos finales previos a un accidente.
Otro de los detalles surgidos de las diferentes hipótesis de este miércoles fue la relativa al mal menor que habrían intentado el piloto y el copiloto del Challenger 300. Es decir, al evaluar como inevitable el impacto del avión ambos tripulantes eligieron un lugar poco poblado para encauzar el siniestro y evitar víctimas entre terceras personas.
A esto último, quizás obedezcan varios testimonios de vecinos fernandenses que se expresaron en esta jornada entre luctuosa y con espectacularidad por las imágenes difundidas. Lugareños quienes justo cuando fue la colisión habían dejado un auto luego impactado por el jet o mujeres embarazadas que al ver venir el avión carreteando alcanzaron a huir.
Lo concreto es lo que develarán los datos recabados por los pesquisas y el análisis a realizar por parte de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, magistrada en cuya jurisdicción recayó la causa. Por ahora, muchos se solazan pensando que pudo haber sido peor si bien se perdieron dos vidas -piloto y copiloto-, en tanto otros más escépticos podrán decir “hay que darle tiempo”.
Tal como relatamos el fin de semana pasado [NdR: Ver artículo] el bajo costo en el transporte aéreo sobre el cual galopa el sector aeroportuario está acompasado por la intranquilidad palpable en el aire. Habrá que ver cómo sale.
NdR, 18 de diciembre de 2024.
