El trueno viene del Este

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El trueno viene del Este
El trueno viene del Este

El regreso al interés por el acero, si bien tardío, es el nuevo chiche que divide a los empresarios que sostienen al actual gobierno nacional. Una preocupación surgida a velocidad del rayo, luego del aluvión de productos de la siderurgia china. Luz amarilla que rápidamente convenció a los ejecutivos del Cono Sur a volver a las fuentes.


#MetalCuestionHeavy

F.P.

La disyuntiva de contar con energía barata para consumo y producción o las chambonadas de dejar a las compañías del sector que hagan a su antojo, resume el dilema actual en la administración mileidista. Es el “peligro” que advirtió en las últimas horas el multimillonario Paolo Rocca, recelando de los mejores precios de la industria siderúrgica china (la cual es más eficiente al contar con energía para producción a precios menores).

En realidad, Rocca tiene parte del reclamo en uno y otro lado del mostrador. Su advertencia en relación a la ´política industrial´ del actual gobierno criollo -al cual respaldó fervorosamente en los 9 meses anteriores- apunta a preservar la posición de Tenaris en el segmento tubos de acero sin costura, por lo cual pide aranceles a esos productos chinos que le compiten. Sin embargo, a través de Tecpetrol el propio Rocca fue uno de los artífices de serruchar la rama que ahora denuncia quebradiza.

La cuestión de fondo es la energía barata que a la actividad metalúrgica china le posibilita -junto al envión estatal- otear el panorama en este lado del naciente, principalmente Argentina, Brasil y México. Todo ello, ante la mirada desconfiada de avenida Pe4nnsylvania 1600, sede de la Casa Blanca.

De hecho, el Rocca de Tenaris y la siderurgia es diferente al Rocca de Tecpetrol. En esta última división -dedicada a la producción de energía- el Rocca hidrocarburífero es el tercero, con un 12 %- en el ranking de propietarios de yacimientos de shale gas. A lo que se suma la reciente adquisición de Alpha Lithium, en nuestro vecino Salar de Tolillar. O sea, su responsabilidad en el alto precio de la energía resulta indisimulable.

En la doxa, el bueno de Paolo disfruta de haber recuperado cierto predicamento entre el mamertaje corporativo de dimensión media [NdR: en la cresta de la UIA se concentra el núcleo de las ideas Paleoeconómicas del mileidismo], el más lacerado en estos casi 11 meses. Por no hablar de los empresarios chicos, otra especie en extinción en estos días de M.  


Uno al coro



Y en esta prédica, en particular, cuenta con el respaldo de Martín Rappallini, nominado para la sucesión en la Unión Industrial Argentina. “El Estado debe nivelar la cancha a la industria nacional, antes de que sea tarde”, se apresuró en la advertencia Rappallini en un artículo con su firma publicado a mitad de semana en el diario La Nación.

A diferencia de la producción siderúrgica china, la que con envión estatal le imprimió un rol más agresivo a las exportaciones de tal rubro y su destino parece ser Latinoamérica. Un escenario en el cual la apertura de importaciones del mileidismo suministró un importante nivel de preocupación, no sólo al Rocca metalúrgico, sino también al resto de los empresarios criollos que se nutren de este insumo para producir.

No en vano, Techint apalancó la disertación del economista brasileño Ricardo Amorín en la conferencia de la Asociación Latinoamericana del Acero, en el Hilton porteño, con cierre previsto para este jueves por la tarde. Con 100 veces mayor producción siderúrgica de China, en comparación al total de su homóloga carioca, el especialista deslizó el aluvión desde Pekín en contraste con el RIGI brasileño, el cual posibilitará la reindustrialización, pero tardará 10 años en ver sus frutos.

Este porvenir proyectado hacia la próxima década, a lo mejor no tuvo en cuenta lo inmediato de las exportaciones de las siderúrgicas chinas, el cual empezó a ocurrir aquí & ahora. En un escenario donde los economistas ortodoxos alegan no entender el pentagrama de la macro ejecutada por el gobierno de xi Jinping. Es decir, escasa preocupación por el superávit fiscal y, por el contrario, mucha inversión puesta en expandir sus productos al resto del mundo.

Así que ante la imposibilidad de pelearle al rinoceronte al galope, el planteo carioca (donde Techint cuenta con plantas metalúrgicas) insinuó un salvataje, por medio de un eventual acercamiento entre el Planalto y Casa Rosada. A ello aludió Amorín con su frase acerca del “momento de grandes oscilaciones políticas”, el que interfiere para la existencia de “oportunidades de negocio que debería haber entra ambos países”.

Por ello, Amorín pidió a los empresarios evitar quedar entrampados en “la coyuntura política de las relaciones bilaterales”. Pues “la industria del acero es la base de transformación para cualquier país”, así como la única posibilidad para “la reindustrialización de la región”, que va de la mano “necesariamente de una industria del acero fuerte”.

Planteo que Rocca y la UIA esperan hacer germinar en terreno libretario, actualmente más recostado en dejar que las cosas sucedan. Tal como estipulan esos antiquísimos manuales de los fisiócratas de los siglos XVII y XVIII, luego reciclados con el nombre de Escuela austríaca.

NdR, 31 de octubre de 2024.

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