#CrimenSombraNarco
F.P.
La línea de divulgación que el Caso Monges fue un asunto de poca monta se constituyó en alternativa capaz de calmar las tempestuosas aguas en la política local. Quien este viernes deslizó el entuerto por este carril fue el fiscal federal Eduardo Villalba, ante una tímida incredulidad de medios metropolitanos.
De acuerdo a la interpretación del funcionario federal de Salta, el puntero político asesinado de 5 balazos en septiembre de 2022 -en barrio El Círculo- “apenas llegaba a fin de mes, apenas podía pagar el alquiler”. Un peso adicional para el desempeño patrimonial de Monges, quien poseía titularidad en una decena de empresas encuadradas como Sociedades de Acciones Simplificadas [NdR: Ver artículo], fundadas a comienzos del último año que lo tuvo en vida en este mundo.
Para Villalba, además el occiso predicaba acerca de “una falsa ostentación” de contactos políticos con funcionarios del Ejecutivo gaucho. Impostación que le sirvió para llegar hasta “un Secretario de Seguridad” como Benjamín Cruz, lo que pudo haberle “costado la vida”, señaló este fin de semana Villalba en una entrevista con el canal América TV.
Aún con el histrionismo que podría emparentarlo a Frank Abagnale (interpretado por Leonardo Di Caprio en “Atápame si puedes”) esta endeblez de Monges le franqueó el acceso al sicario Oscar “Cabezón” Díaz y al hampón Cristian “Gringo” Palavecino. El primero de ellos mediante un salvoconducto de la Secretaría de Seguridad provincial -Díaz estaba detenido en el penal oranense- y en el segundo cónclave, con Palavecino, tal vez en base sólo a su labia u oratoria.
La reunión entre Monges y Palavecino -hoy detenido en Ezeiza a pedido del gobierno salteño- revela un escalón más en la intrepidez del primero. Pues, al reunirse con el puntero del oficialismo el “Gringo” se encontraba prófugo “por delitos provinciales, uno de ellos por el robo a una empresa, ´Abra del Sol´, donde también estaba detenido su hijo”, reseñó Villalba.
Una precisión capaz de elevar todavía más el misterio: la semana anterior Palavecino fue el objetivo de un cinematográfico operativo de las fuerzas a cargo de la ministra Patricia Bullrich, en su traslado al penal federal de Ezeiza. Posiblemente haya un conflicto jurisdiccional latente, si se tiene en cuenta lo dicho por Villalba en el párrafo anterior acerca de las imputaciones de la justicia provincial y se las coteja con esta intervención de autoridades federales.
Mucho menos tranquilizadora es la hipótesis de la Fiscalía Federal salteña respecto a Palavecino como un sospechoso de bajo calibre. Y no solamente por el lugar actual en que está detenido Palavecino, donde comparte celda con narcos rosarinos. Adicionalmente, dada la propensión del hampón por “extorsionar buscando algún beneficio para su hijo”, de acuerdo a las palabras del propio Villalba al conjeturar esta conducta susceptible de ser tipificada como delito federal.
Aún así, el Fiscal detalló que Palavecino únicamente cuenta con imputaciones desde la justicia provincial, no así por narcotráfico. Y mucho más sorprendente fue la indicación hecha por el funcionario, en cuanto al “éxito” de las “gestiones” encomendadas porPalavecino a Monges, tres meses antes de la mortal balacera en barrio El Círculo. Prodigio para la ciencia ficción, si se tiene en cuenta que el puntero político alardeaba de contactos con el poder político de los que hipotéticamente carecía. 
NdR, 18 de octubre de 2024.