#Cuantodaparavos
Nadie sabe decir si se trazó con la zurda, pero la obra pictórica que el INDEC prepara para la tarde de este miércoles está casi lista. En Casa Rosada y en Yrigoyen 250 anticipan que el promedio nacional ´le dará´ al increible Marco Lavagna por debajo del 4%: con un tres & monedas se declararían conformes.
La expectativa de la administración mileidista es, dejando de lado la fiabilidad emanada de esta cifra, promocionar hasta el hartazgo la reducción en la velocidad con la que aumentan los precios promedio de productos y servicios. Pese al millón de niños que ya intentan conciliar el sueño sin la alimentación suficiente -según UNICEF-, los salarios con caída en el poder de compra y los dólares cuyo ingreso extenúan la paciencia oficial.
A esta altura, la extinción del escándalo circundante al ex Presidente Alberto Fernández o su salida del cauce prefijado (alguna corriente de simpatía hacia un cierto perfil donjuanesco) sería otra mala noticia por Balcarce 50. Equiparable a la bravuconada en la víspera intentada por el vocero Manuel Adorni hacia Diego Maradona, la que tuvo un efecto boomerang. El 10 tenía buena pegada con las dos.
En tanto, los incrementos en el sector Alimentación y Bebidas no alcohólicas tendrán impacto en los bolsillos, más allá de la caprichosa ponderación asignada por Lavagna en la medición oficial. Mientras, el precio del boleto urbano y los incrementos en las tarifas de servicios asoman para la medición siguiente.
Sin embargo, las señales con luces amarillas y rojas no han disminuido en el rumbo trazado por la actual administración nacional. Por caso, la baja contínua en el precio de la soja -a u$s 348- llega a un -8 % en comparación al mes anterior, mientras los derivados como el aceite y la harina bajaron -10 %. Hasta niveles como no se registraban en 2006, explicado en parte por sobreproducción.
Por ello, más que nunca las fichas van hasta el paño en que el organismo estadístico se jugará lo que le resta en materia de credibilidad. El que sea debajo del 4 % no implicará mejora alguna al nivel de vida de los desahuciados y los que aún tarjetean para sostenerse con la compra de lo indispensable. Pero, supone el Ejecutivo nacional, atenúa los ánimos a la espera de una leve mejoría. 
NdR, 14 de agosto de 2024.