#Lasmanosblancasyvacias
F.P.
El pinchazo al sueño del oro blanco y el frustrado desparramo de abundancia en los alrededores ha encauzado para el reseteo a la dirigencia gaucha, en rebaja de sus expectativas hacia niveles menores. La teatralización de debates en pos de adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones encuadra con operativo de maquillaje y sana-sana, antes que acelerar concreciones vernáculas en la producción de litio.
De hecho, las subcontratistas que integran la galaxia mega minera afincada en la Puna salteña han dejado expuesto una suerte de fin de ciclo, reticente a la creación de empleo y la industrialización del oro blanco [NdR: Ver artículo]. Una situación supraprovincial y en algunos casos supranacional que deja a los distritos casi de brazos cruzados y sin posibilidad de intervenir, con el fin de torcer el rumbo.
Lo de las mineras con el RIGI emparda con la joven agraciada recibiendo propuestas románticas a las que les va adicionando condicionamientos cada vez más difíciles de cumplir, callando que ya tiene situado un destino diferente para sus anhelos. Así, el periodista Ari Lijalad recordó este lunes en X que “el RIGI es NACIONAL”, por lo cual “las empresas NO NECESITAN que las provincias adhieran al RIGI”, pues “el Estado Nacional les garantiza todo. Incluso frente a las provincias”.
En última instancia, aclaró el analista del portal El Destape “lo único que suma la adhesión provincial es congelar los impuestos provinciales, que son mínimos”. Pero en ningún caso define la radicación de apuestas internacionales en un sector específico de la región cordillerana.
Aunque de todos modos, ello no detuvo el ánimo de parlamentarios locales planteando la adhesión al Régimen de Grandes Inversiones como la condición necesaria y suficiente para inversiones mineras. O algunos otros representantes de la sociedad civil, en su intento por reflotar el bote de la industrialización del litio.
En medio de semejante mareo, el área de Recursos Energéticos y Mineros apeló al recurso más extremo en esta tentativa por fundamentar el sueño pospuesto. Para el titular de REMSA, Alberto Castillo, la sobreproducción de fosfato y cloruro de litio hizo bajar los precios internacionales. Pero aun así parece que Salta irá contra esta regla de la economía (merma en la oferta=mejor precio) y entre fines de este año e inicio del próximo espera contar con más dividendos del oro blanco.
Otra perlita más de REMSA fue haber distinguido la postergación global en las metas de transición energética y de haberlas fijado en principio hacia 2027, las habría reprogramado para 2035 o bien hasta 2050. Aunque los chambones de siempre creyeron avizorar todo lo contrario en el desembarco de firmas como la coreana Seojin Mobility, Volkswagen y BYD en México y el de ésta última en Brasil, con el objetivo de acelerar hacia la electromovilidad.
Una puja que, ciertamente, intentó contener a través de medidas arancelarias la administración estadounidense a cargo de Joe Biden. Sin embargo, el costo de semejante esfuerzo en contener la maquinaria del progreso es el que posiblemente empezó a emerger con los cracks bursátiles de esta semana y sus preanuncios de recesión a la norteamericana.
Lo cual no deja calma en el reajuste de las viejas proyecciones hechas desde Salta, en dirección a la extracción del litio. La cual no tiene la inclusión de valor agregado en estos catastros prevista en las iniciativas principales en danza. Y además, ahora la competencia con mayor eficiencia, por parte de las baterías de sodio. 
NdR, 6 de agosto de 2024.