Café con aroma

- F5 EN LA PUJA

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La incorporación de Federico Sturzenegger al equipo mileidista se explica por el recorrido turbulento que atraviesa la gestión nacional. El economista archi ortodoxo tendrá a su cargo una cartera bautizada como de Transformación y Desregulación. Malas noticias para el empleo público, como veremos a continuación.


#Sevalatercera

La voz aflautada del flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, será -a la par del guardametas Emiliano Martínez- una de las más esperadas de este viernes. Entrecruzado con el match Argentina-Ecuador se difundió el anticipo de la nueva incorporación al gabinete nacional, la cual presupone más Stihl y Minipimer en los bolsillos de los connacionales.

Autor de los mamotretos conocidos como Decreto 70/23 y la Ley Ómnibus, la irrupción del economista será la tercera ocasión en que es convocado por un gobierno con dos rasgos: estar en aprietos y ser de derecha. No será la excepción en este caso, pues varias mediciones sociológicas empezaron a percibir un incipiente hastío en la ciudadanía, luego de 7 meses con 70 balcones y ninguna flor.

Una de esas mediciones detectó una baja en el nivel de respaldos del mileidismo, del 52% al 49% de acuerdo a los números de la consultora Trespuntozero. Aunque en términos cualitativos, su directora Shila Vilker alertó que “se está desgastando el vínculo de Milei con la gente”, debido a “la velocidad del ajuste”.

Antítesis de lo que representa Sturzenegger como economista ultraortodoxo, tal cual lo demostró en anteriores pasos fallidos en los gobiernos del ucerreista Fernando De la Rúa y el de Mauricio Macri. Con el decreto 585 ahora el oficialismo le da su Capítulo III, al frente de una cartera destinada a trabajar sobre modernización, reforma y desregulación del Estado. O sea, despidos y venta de activos públicos.

En términos políticos, si bien el nexo con Luis Caputo (Economía) no fue muy cordial en este semestre, las provincias podrían olvidarse de tener alguno con Sturzenegger. Lo que puede indicar por los senderos que recorrerá la gestión nacional en la segunda parte de 2024, en un escenario aún más pedregoso para el Vía Crucis propuesto a millones de argentinos como mecanismo de redención.

Así está redactado en el instrumento que formalizó esta incorporación al gabinete nacional, aunque de manera ampulosa se refiere a “redimensionar y reducir el gasto público”. En medio de un bosque verbal que alude tanto a los niveles de “eficiencia” como de “eficacia” como si fuesen sinónimos o complementarios, pero el último es terminante en su contenido: se es eficaz o no se es (mientras la eficiencia puede ser mayor o menor).

Pese a todo, la dirección de la nueva cartera encomendada a Sturzenegger resulta elocuente en la referencia a “la simplificación del Estado”, la cual debiera poner en alerta a los sindicatos de empleados estatales. Principalmente porque a la cartera de Desregulación y Transformación se le asignará la “ejecución de políticas relativas al empleo público”, es decir, más despidos.

Un reclutamiento que era resistido desde el 5º piso de calle Yrigoyen 250, morada actual del Equiputo o Team de Toto. Cuyas acciones bajaron significativamente con la corrida cambiaria [NdR: Ver artículo], iniciada el lunes pasado y a la que todavía le falta desandar la última jornada de este viernes. 


NdR, 5 de julio de 2024.

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