La batahola que dejaron los burreros

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La batahola que dejaron los burreros
La batahola que dejaron los burreros

El enojo en los pobladores fue uno de los saldos que dejaron las correrías de burreros en Rivadavia, por fuera de las precauciones en materia sanitaria. Al menos 3.500 asistentes, de un tope permitido de 200, participaron el fin de semana cerca de Coronel Solá en dicha cita sacha turfística. El vecindario se pronunció mediante vituperios ante la permisividad de las autoridades. MIRA EL VIDEO.

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La inquietud de los pobladores del nordeste no le hizo mella a la jornada sacha turfística del fin de semana, a poca distancia de Coronel Solá, ya que ésta contó con el envión de gente cercana al poder de la comarca. En contra de todo escrúpulo sanitario, el paraje El Capricho vio un desborde de casi 15 veces en asistentes a las carreras cuadreras que dejó en una humorada el tope de 200 prójimos fijados para esta celebración.

Sin embargo, la bravura que clamó desde los alrededores poco pudo hacer frente a las  3.500 almas que, a razón de $ 1.000 mangos cada una, dejó una recaudación por encima de los 35.000. Solamente en entradas, ya que por el rubro apuestas el promedio rondó cifras con cinco “0”.  

Tal como temían los vecinos, el número de tahúres y depositarios de “fijas” que participaron de esta cita burrera sobrepasó lo permitido en el aspecto cuantitativo. En lo cualitativo, también sucedió lo mismo, ya que la distancia social y el uso de barbijos quedó en el cesto de residuos. Tal vez porque el apalancamiento de la dirigencia local soslayó los consejos preventivos de las delegaciones locales que entienden en materia de seguridad.

La Unidad Regional N° 4, asentada en la ciudad de Tartagal, delegó en los uniformados destacados en Coronel Solá el cumplimiento de tales medidas, finalmente desoídas. Incluso, el Comité Operativo de Emergencia local [Ver artículo “El retobe de los burreros”, 17 de septiembre de 2021] admitió que antes de la realización de estas cuadreras desconocía los procedimientos sanitarios que la regirían.

A tal punto que el sábado por la noche y el domingo a primera hora, el repaso del árbol genealógico con fines inenarrables se dirigieron al Jefe comunal, Atta Miguel Gerala, y al senador provincial, Mashur Lapad (cuyos punteros y un sobrino del legislador figuraron entre los más activos y diligentes). Ecos de un clamor aún no acallado en la mañana de este lunes, 20 de septiembre.

A propósito,NdR intentó comunicarse telefónicamente con Ariel Freyre, sobrino del Alcalde y encargado del COE municipal. Sin embargo, una reunión de gabinete se interpuso para no concretar dicha consulta. Principalmente por las 17 veces y media en que sobrepasó la cantidad de público permitida, en teoría, para el fin de semana.  

NdR, 20 de septiembre de 2021. 


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