#EntretelonesDespedida
M.R.
El último sábado de Sabbath tuvo de todo, tal cual es esperaba y casi no defraudó a nadie. La gran banda formada en 1968 por cuatro empleados industriales se despidió de los escenarios, unos miles lloraron al escuchar a Ozzy Osbourne cantando “Mama I´m coming home” (con su Parkinson avanzando) y todo el público en el estadio del Aston Villa saltó enloquecido al son de “Paranoid”.
Los más de 6 millones que lo siguieron por el streaming pago desde diversos lugares del mundo transformaron al festival “Back to the beginning” en el evento musical con mayor cantidad de público en la historia de la música. En las últimas horas, se hizo la estimación que al Hospital de Niños de Birmingham -al igual que a las fundaciones para huérfanos y lucha contra el Parkinson- podrían recibir un donativo de u$s 140 millones, recaudados por diversos conceptos.
Si hasta se filtró una versión que Sharon, la esposa y manager de Ozzy Osbourne, insinuó la posibilidad de organizar un puñado de fechas estadounidenses. Esto último, a partir del aguante del vocalista, quien se las aguantó para una actuación con sus músicos y otra al final, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, los otros tres Sabbath.
Sobre el escenario se pudo ver a los cuatro Metallica honrando y explicando al público la notable influencia que el uso en las composiciones del tritono conocido como “la nota musical del Diablo”, tan característica del grupo, tuvo para los cuatro de San Fransisco. “Sin Sabbath, no habría Metallica”, admitió el cantante y guitarrista rítmico James Hetfield en uno de los grandes momentos que antecedieron al show despedida del grupo oriundo de Birmingham.
Algo similar dijeron los músicos de Slayer, encabezados por el bajista y cantante chileno Tom Araya en medio de una actuación demoledora. El frontman de Aerosmith, Steven Tyler, fue otra de las figuras que aportó su talento en las tablas y esparció su afecto en el backstage. Al igual que el guitarrista Tom Morello (Rage Against de Machine), su colega Nuno Bettencourt y el baterista Chad Smith (Red Hot Chilli Peppers). Entre tantas figuras más del rock que actuaron el último sábado de locura.
El club anfitrión, el Aston Villa, ya lanzó un sondeo para dilucidar respecto al ánimo entre los vecinos ante el diseño de una estatua de Ozzy o bien de los cuatro Sabbath. Ya fuere en la entrada al estadio o bien en algún otro lugar de la ciudad de la cual surgió esta leyenda del rock. Y que en 57 años de trayectoria se abrió paso en el mundo a fuerza de originalidad, garra y sacar todas las emociones en cada actuación. 
NdR, 7 de julio de 2025.