#FestejoPorGringolandia
F.P.
El día de San Trump llegó para el mileidismo, junto con las felicitaciones por el resultado electoral estadounidense y la expectativa que ello desgrane soluciones de corto plazo para territorio criollo. El mandatario argentino Javier Milei exhortó al electo norteamericano a “hacer América grande nuevamente”, tarea en la cual comprometió la colaboración desde Buenos Aires.
En su mensaje en la red social X, Milei escribió: “You know that You can count on Argentina to carry out your task”. Es decir, “sabe que puede contar con Argentina para concretar su tarea”, frase acompañada de una foto con Trump. Casi una reproducción, en sentido inverso de la foto que en la víspera se tomó en Casa Rosada con Gobernadores ucerreistas.
Si bien el primero en pronunciarse con una exclamación semejante fue Nayib Bukele -presidente de El Salvador- en Balcarce 50 esperan un espaldarazo trumpeano que le permita aliviar el cronograma de compromisos internacionales. Son alrededor de u$s 20.000 millones que le permitirán mantener en pie la delicada arquitectura financiera armada por el ministro de Economía Luis Caputo y su atribulado compinche [NdR: deberá afrontar un proceso judicial por alternar entre intereses del Deutsche Bank y el estado nacional] titular del Banco Central Santiago Bausili.
El alineamiento del gobierno argentino con avenida Pennsylvania 1600 no puede denominarse inteligente, tampoco artificial. De todas maneras, la naciente gestión Trump prevé utilizar cualquier fusible en su intento por desarticular el eje Moscú-Pekin, el cual amenaza seriamente con destronar a Gringolandia del podio comercial internacional.
Pero para el objetivo anterior, tal vez le resulte de mayor utilidad alguna nación como el Brasil de Lula con injerencia en el grupo BRICS o bien el propio Vladimir Putin. Tarea ardua que el magnate inmobiliario empezó a escudriñar, junto al equipo de transición integrado por sus hijos Donald (Jr) y Eric, Robert Kennedy (Jr) y hasta el politólogo argentino Luis Rosales, quien integra el team del consultor Dick Morris.
En la víspera, el economista Pedro Galte se sumó al conjunto que enarbola su recelo ante la posibilidad que la victoria trumpeana implique una nueva entronización del Estado argentino en la ventanilla de nuevos créditos del FMI. El especialista indicó este martes a Canal E que, aún con esta nueva etapa republicana, seguirán “siendo inciertas” las probabilidades de un nuevo préstamo pues el organismo mantiene su “interés económico en recuperar los 44.000 millones de dólares prestados, lo que hace difícil que se otorgue un nuevo crédito”
A lo que se adiciona el rasgo del renovado oficialismo estadounidense y sus planes de impulsar el regreso al patrón Oro-dólar, según el Proyecto 2025 de la fundación Heritage. Materia en la cual el mileidismo quedó con sus pantalones por la rodilla con la locomotora a toda velocidad, tras el envío -entre junio y septiembre pasado- de u$s 700 millones en lingotes dorados, a bordo de la aerolínea British Airways.
Por otro lado, cabe consignar el efecto totalmente contrapuesto entre las gestiones previstas para la administración Trump y su equivalente criolla, el mileidismo. La causa principal del aluvión de votos hacia el republicano se explicó en el lema “hacer grande a EEUU nuevamente” o sea, generar trabajo y bienestar económico a la ciudadanía de esta nación. Lo que se traduce en apuntalar el empleo, la producción local y el mercado interno como misión central. Casi lo mismo que catapultó a China como su principal competidor por la hegemonía comercial global. 
NdR, 6 de noviembre de 2024.