#Votovolatilidad
F.P.
Aún en medio del dilema relativo a cómo llegar a fin de mes, el cual desvela a más de un 60 % de la población gaucha, no por ello ha cesado la atención sobre el sistema electoral.Y es así que habrá salteños que prefieran procedimientos de selección de candidatos mediante Primarias Abiertas y Simultáneas, otros que prescindan de este filtro, quienes consientan someterse al electrovoto, mientras otros exijan transparencia mediante la vuelta a la boleta de papel o a la Boleta única de papel.
El caso es que la multiplicidad de denuncias por comicios venezolanos fraudulentos caló hondamente entre la dirigencia vernácula, a tal punto que nadie en la diestra advirtió respecto a los peligros de convertirnos en el país del Orinoco. Lo cual puso en la picota al sistema de votación por medio de la utilización de computadoras y los demás sistemas informáticos metidos al conteo de votos, como el de Salta.
De hecho, la cuestión que remite al peloteo entre Caracas y Salta también golpeó en carambola el mega fiasco de los comicios porteños del pasado 13 de agosto de 2023. Próximo a cumplirse el primer aniversario de aquel derrape, los 8 intentos en máquinas de votación efectuados por la entonces precandidata presidencial Patricia Bullrich y la fulminante determinación de la jueza Servini de Cubría se mantienen en la atención.
Luego de aquel domingo del 13 A, la advertencia por tal “burla a la ciudadanía” provista por la jueza federal con competencia electoral eliminó del horizonte el uso de las máquinas de la empresa Magic Software Argentina. Esto, hablando del escenario electoral metropolitano, pues en suelo gaucho aún sobreviven algunos tifossi del método MSA.
Uno de ellos, es el secretario del Tribunal Electoral (con muchísimo menos experiencia que su par nacional María Servini) Pablo Finquelstein. Pese a la negativa de permitir auditar el código fuente o cerebro de los comicios, el funcionario consideró al sistema vigente en Salta como “seguro y transparente”, sin dar argumentos que respalden tal afirmación.
Tras destacar la celeridad que tanto desvela a los eyaculadores electorales precoces, Finquelstein le dijo en las últimas horas a Somos Salta que las máquinas de MSA exponen “resultados completamente compatibles con los del escrutinio provisorio”. Lo cual no sería virtud, en sí misma, si las sospechas anteceden a la celebración del acto electoral, lo mismo que en su desarrollo y en la antesala a la difusión de datos del escrutinio provisorio.
De hecho, cada uno de los datos informatizados relativos a los comicios salteños son transmitidos desde las 8 de la mañana y hasta las 18 horas hasta la sede porteña de MSA, donde permanecen almacenados hasta el horario de conteo y difusión. Pese a lo cual Finquelstein no vio decaer su entusiasmo por la metralleta de cuestionamientos al método MSA en particular y al del electrovoto en general. Pese a ello, admitió sentir valoración y “orgullo”, aún en medio del chiflido mayoritario.
Unos pocos días atrás, el pasado 2 de agosto, el experto informático Javier Smaldone rememoró que en noviembre de 2016 ofreció sus conclusiones ante la Cámara Alta nacional -junto a otros colegas del rubro-, sin embargo “Increíblemente, todavía hay gente que no entiende que NO HAY QUE VOTAR USANDO COMPUTADORAS”, dijo en X.Al respecto, recordó que ningún especialista en asuntos digitales convalidó el uso de mecanismos electrónicos como herramienta para votación.
A cinco días del hito que un año atrás hizo trastabillar este tipo de mecanismos -en el cual porfían algunos en nuestra provincia- y lo desterró del distrito electoral que mayor cantidad de cobertura mediática tiene: Ciudad de Buenos Aires. Un 13 de agosto que sepultó la irrupción de estas máquinas, ligada a un proyecto ulterior de extenderlas al resto del país. Lo cual se mancó ante las cámaras con el fiasco a raíz del voto de Bullrich, pero más que nada la posterior fundamentación de la jueza Servini.
NdR, 8 de agosto de 2024.
