Un adiós: no para siempre

- REGISTRO VISUAL

Un adiós: no para siempre
Un adiós: no para siempre

Una serie de televisión contemporánea con despliegue de superproducción, casi necesariamente requiere buena música. Es una de las variadas virtudes de “Cold case”, hoy en las pantallas de TNT Series. Respecto a la cual acá va una recomendación, si es que aún no la viste.


#Televisionyatentalaoreja

M.R.

Una colección fina y amplísima de música, junto con una super producción televisiva y actuaciones bastante pasables, es lo que sostiene a la serie actualmente en pantalla “Cold case” de la señal TNT Series. El argumento opera sobre el pasado al que nunca hay que darlo por enterrado, en base a casos policiales archivados y vueltos a investigar por una división de la cana de Filadelfia.

Emitida originalmente entre 2003 y 2010 por la CBS, no de casualidad el compositor, guionista y productor musical  Michael A. Levine ganó por “Cold case” los premios 2004 y 2005 de ASCAP por Mejor Música de Películas y Televisión. Este año, TNT Series decidió ponerla nuevamente en pantalla en atención a sus virtudes cualitativas y todos los demás chiches ya enumerados.

La tensión argumental se da principalmente entre la joven detective Lilly Rush (Kathryn Morris) y su veterano colega Will Jeffries (Thom Barry), quien por su experiencia tiene muchísima calle, conoce a varios de los posibles informantes y testigos, y posee una memoria casi cinematográfica de la Filadelfia de antaño. En menor medida, también contribuye a esta retrospectiva criminal el superior de Rush, el teniente John Stillman (papel asignado a John Finn).

En algunas oportunidades, la detective y su compañero de investigaciones Scotty Valens (Danny Pino) incurren en reconstrucciones con bastante historiografía detrás, las que los remiten hasta las décadas del 50, otras veces los 60, algunas en los años 70, y más cercanas en el tiempo hasta los 90 y 2.000. Lo que a nivel audiovisual consigue “Cold Case” por medio de una destacable puesta visual -casting, maquillaje y vestuario- a la par del rock y el pop que ambientan estos flashbacks hasta las canciones 50/60/70/80/90.

El éxito de “Cold case” generó, en paralelo, el incipiente interés por composiciones musicales tras las cuáles fueron casi instantáneamente las generaciones actuales de jóvenes. A tal punto que la Banda Original de Sonido de la serie se convirtió en objetivo de gran demanda, a partir de estos clásicos. Un acierto de Levin por el cual el productor Jerry Bruckheimer (también a cargo del diseño de “Piratas del Caribe”, entre otros filmes) se convenció de tenerlo a su lado. 

Así, “Love in an elevator” de los Aerosmith, “Stranger in strange land” de Leon Russell, “Ring my bell” de Anita Ward o “YMCA” de Village People emiten señales como una milanesa con papas fritas recién servidas. Lo mismo que “Goodbye girl” de David Gates. Puede que nunca lo hubieses escuchado o que un halo de melodía en recuerdo borroso acuda a tu imaginación. Pronto estarás entonando “So remember goodbye, doesn´t mean forever”.  Gracias a Cold Case: para nunca olvidarlo.

NdR, 24 de junio de 2023.     

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