#EndeudamientoGobernadores
F.P.
Con casi $ 500 mil millones, la provincia de Salta está en el Top Five de las más endeudadas en todo el país. En esta posición, se contabilizaron los $ 40.000 millones que la actual gestión contrajo en 2024 con el fin de solventar el funcionamiento de cada hueco generado por el paso de la Stihl mileidiana.
Este pasivo vino a cubrir todos “los sectores donde Nación se retiró: comedores escolares, salitas, remedios oncológicos, y un conjunto de cuestiones que requieren atención”, le dijo el fin de semana el ministro de Economía Roberto Dib Ashur al portal Iprofesional. Aunque en gran medida el grueso del pasivo salteño se explica por la reestructuración de bonos por u$s 350 millones, a una tasa anual de 9,125 %, acordados por la gestión saenzista (herencia de la administración anterior).
Junto con nuestro distrito, también figuran Chaco, Tucumán, Córdoba y provincia de Buenos Aires. La vecina provincia del NEA, gobernada actualmente por el ultra Leandro Zdero, registra una deuda por $ 313.000 millones contraída en la gestión de Domingo Peppo (2016) y otro crédito internacional con el BID, solicitado el año pasado por el actual mandatario.
A lo cual se agrega que Chaco entró en cesación de pagos en 2020, durante la gestión de Jorge Capitanich. Por ello, en el último lustro se consideró muy frágil la situación financiera de la provincia de Chaco.
Mientras que dando un pequeño viraje hacia el sur, el gobierno tucumano a cargo del contador Osvaldo Jaldo registra un pasivo de $ 72.000 millones. En este caso, por una deuda heredada de su antecesor -Juan Manzur- por $ 35.000 millones a los que se agregaron $ 37.000 millones más contraídos el año anterior para inversión en turismo.
Encambio, unos trancos más alta es la deuda de la provincia de Córdoba con $ 1,25 billones. A diferencia de los casos anteriores, ésta se explicó por el crédito por u$s 725 millones acordado por la gestión Llaryora con bonistas extranjeros (vencimiento en 2032), tras la senda marcada por su antecesor en este cargo (el reaparecido Juan Schiaretti) a una tasa de interés anual del 9,75 %. En términos desventajosos, según la tenue oposición al cordobesismo.
A la cabeza del ranking figura la provincia de Buenos Aires con $ 20 billones. En este caso, luego de la emisión de títulos de deuda subsoberanos en dólares -en 2024-destinados a solventar la inversión en transporte, seguridad, infraestructura por los recortes compulsivos efectuados desde Casa Rosada. A lo cual se le agregaron pasivos que datan de la gestión a cargo de la ex Gobernadora María Eugenia Vidal.
En total, la deuda de las provincias y la de la Intendencia de la Ciudad de Buenos Aires suma unos u$s 23.000 millones, de acuerdo al cálculo realizado desde la fundación Libertad & Progreso. Según su economista Eugenio Marí, la reducción de los fondos coparticipables (principalmente por la eliminación de Ganancias y menor recaudación de IVA) empujó a los Gobernadores a realizar ajustes, caer en cesación de pagos o en generar nuevos impuestos.
Por caso, la provincia de Salta sigue enarbolando los $ 245 mil millones reclamados al Ejecutivo nacional, en medio de malabares para seguir cumpliendo con sus compromisos y demás obligaciones corrientes. Similar a los casos de Chaco y Tucumán, en los que se intercalan recortes y mayor endeudamiento para cubrir los huecos dejados por la Stihl en materia de inversión vial, escuelas y hospitales.
En parte, esta situación acuciante explica parcialmente los titubeos en las posiciones públicas de los Gobernadores ante la oferta política bisoñé. Un ítem del cual Casa Rosada pareciera tomar nota por el lado de Jefatura de Gabinete, en contraste con la indiferencia en el abordaje por parte del Ministerio de Desregulación (a cargo de Federico Sturzenegger) y de Yrigoyen 250, sede de Economía de la nación.
NdR, 14 de julio de 2025.