#Desacoplesenlapolitica
F.P.
En los días que transcurren, hay una gran cantidad de ciudadanos que no están contenidos en la caracterización de individuo enlistado en grupo de loquitos, ni en el menú de pauperización dialógica. En la comparación interanual, se verá con claridad el cambio rotundo que se dio en el catálogo de la discusión pública, al evaluar septiembre de este año con idéntico mes del año anterior. Sin que tal modificación haya tenido impacto en un gran sector de la argentinidad.
Es que en la agenda mediática y de la dirigencia queda lejano aquel septiembre de 2021, con su exhorto al nedlanderismo, robertocarlismo o a “cerrar la grieta”, que un año más tarde desembocó en prédica y práctica, ya sin nada de pacífico. A la que se intenta contraponer una invitación a una mesa en la cual pasarle escofina a los relieves partidarios más chúcaros. Esto, en un contexto en que la opción de las balas o la palabra, ni siquiera logran morigerar los manotazos por la supervivencia cotidiana.
La inmensa mayoría de asalariados, según un estudio de la Facultad Latinoamericano de Ciencias Sociales (FLACSo), transfirió en el lapso 2016-2021 más de u$s 70.000 millones a las franjas más acomodadas de la argentinidad, mayormente vinculadas al sector externo. En tanto, con la inflación al galope y progresión en sus haberes a paso de tortuga es altamente probable que esta extensa franja obrera cierre un 2022 para el olvido. Con lo cual galvanizará el modelo de país en que trabajo hay, pero igual eso no le alcanza.
El ejemplo de esta paradoja lo pusieron este martes los docentes santafesinos. En la jornada protagonizaron un masivo reclamo en el centro de la capital provincial, al notar el remoloneo del gobierno provincial en un distrito donde pasan semanalmente millones de dólares en exportaciones de cereales (sin contar los “otros” cargamentos enviados desde puertos enclavados a la vera del Paraná). Otra refutación que el esfuerzo conduce a la prosperidad.
Quién sabe qué fue lo que habrá intentado el principal binomio que guía al oficialismo por medio del convite al diálogo extendido hacia el macrismo. Lo cierto es que el epílogo, luego de una pistola Bersa apuntada a centímetros de la Vicepresidenta –cuyos “sapitos” pican cerca de JxC- solamente fue el de un mix de entremezcladas conjugaciones que fueron del singular al plural (acto individual + grupo de loquitos) e intentos por desacreditar aquel suceso del 1 de septiembre.
La dirección inconmovible
Las expresiones extremas y casi de corte terrorista [NdR: En línea con el plan reseñado en el libro de investigación “Sombras de Hitler”, de Raúl Kollman, en 2001], contenidas en la planificación del loquito clonado 90 o un centenar de veces más, si bien en cuanto a organicidad no responden a la oposición, ciertamente no la desfavorecen. Ninguno de los avocados a esta tarea criminal revistan en la actualidad en JxC, aunque los abogados de uno de los integrantes -Nicolás Carrizo-, sí anídan en sus pliegues.
El zarandeo institucional que dejó como resultado el accionar de los impostados vendedores ambulantes de algodón de azúcar genera malestar, sin embargo, esa modalidad nada tiene en parentesco con la legitimidad expresada por una gran cantidad de connacionales por no alcanzar $ 114.000 mensuales (nivel de ingresos que posibilita a una familia standard sobreponerse a la línea de pobreza). Los trabajadores registrados pobres –al igual que desempleados y subocupados- se diferencian de manera tajante de cualquier malviviente con intención de alquilar departamentos en Recoleta, a fin de acometer con caos institucional.
La derecha, en sus variantes institucional o ultra, a diferencia del FdT parece seguir una misma línea de 7 años a la actualidad. En abril de 2015, tal vez haya sido el “economista” Miguel Angel Broda quien marcó la senda en materia de lineamientos de política económica o economía política. Desde el punto de vista de este sector, vaticinó que “entre cambio o no cambio, la verdadera historia es si hacemos el ajuste planeado o a los golpes”. Esto fue lo que dijo durante una convención del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, en el evento celebrado en el Hotel Alvear, el mismo año de las presidenciales que consagrarían a Mauricio Macri como Presidente.
El caldo de cultivo para estos pronunciamientos, un poco antes habían sido las huestes de la Unidad de Control de Espacios Públicos del gobierno porteño. La UCEP, órgano que respondía al hoy prófugo Pepín Rodríguez Simón y desde 2008 en adelante cosechó decenas de denuncias de personas en situación de calle molidas a palos por agentes de esta división.
Es decir, el sueño de esos calmos durmientes era interrumpido por jóvenes fornidos, con expresión beligerante, quienes les exigían, a los golpes, abandonar lugares públicos donde pasaban la noche. Siempre actuaban, según presentaciones hechas por el Centro de Estudios Legales y Sociales, entre las 11 y las 3 horas, de noche o de madrugada. Con el mismo repertorio que incluía puñetazos al estómago y/o patadas en las costillas.
Lo que ha venido después fue resultado de lo que se logró entrelazar en los años posteriores, hasta desembocar en la noche del 1 de septiembre, en la intersección de Juncal y Uruguay. Con telón de fondo del malestar social, logrado por las ideas económicas y políticas, al estilo de los Broda y los que siguieron sus lineamientos con una pequeña diferenciación en el lenguaje.
NdR, 20 de septiembre de 2022.