Partido en dos

- Incógnita Semanal

Partido en dos
Partido en dos

Con las primeras acciones de reagrupamiento casi finalizadas, en el panorama electoral salteño aparecen dos coaliciones con intención de encaramarse en el centro del mismo. Mientras el resto de los sectores intenta reacomodarse en los espacios restantes. Un catálogo de las acciones mencionadas, contenidas en los párrafos que repasamos a continuación.

#Oficialismoyoposicion #Divisoriadeaguas

F.P.

El plateau de la política comenzó a sentir el taconeo entendible para cronograma electoral corto y un par de ententes con intenciones de duopolizar la discusión. Es cierto, aún faltan días para la definición de coaliciones -definiciones adeudadas por izquierda y derecha- que participarán en los comicios del 14 de mayo, si bien el frente saenziano y el estradista-zapatismo de liberación provincial-biellismo propenden a reducir la entropía. 

Tanto uno como otro anhelan -deliberadamente o sin percatarse- una suerte de ping-pong en cuanto a la dinámica de la política gaucha, en el transcurso de los próximos cuatro meses y chirolas. En este escenario, con claridad aparece en los primeros días del mes un catastro más hospitalario para el flamante espacio Avancemos. Pues su condición es un colectivo de dirigentes que viene de alumbrar objetivo común, pese a los reparos de analistas poco avisados respecto a la idea del politólogo Tariq Alí sobre el Extremo Centro [NdR: Ver artículo].  

En la tesis mencionada ya no corre la nanoprecisión de diferenciar centroizq, centroderecha, como tampoco las versiones de ambos rótulos en inclinación de 45° o 90°. Algo que a su vez ha puesto en situación incómoda al oficialismo provincial, en aparente disyuntiva por diversos intentos de clasificar/estigmatizar/cuestionar al emergente sector rival.  

De qué manera se restaría el precio a esta coalición? Interrogando sobre sus piezas, el ideario de cada dirigente, la consistencia de su armado? Cualquier arremetida, si cabe señalar, requiere de un punto de partida virtuoso para ser enunciada. Se sabe que al hablar en política (como ocurre en otras tantas actividades) se está narrando en función de lo que uno es, como de lo que no es. 

Es este proceso el que, por ahora, parece privar de un eje al oficialismo saenziano. El que viene de un período arquitectónico nacido en diciembre de 2019, durante el cual recolectó fragmentos del urtubeicismo, el romerismo, el macrismo, el ucerreismo, el peerresismo y hasta del perukirchnerismo.

Luego de los estremeceres típicos de cualquier armado para gobernar, sobrevino la crisis infanto-sanitaria en el norte provincial, la pandemia de coronavirus, el reacomodamiento posterior, la sequía y la crisis hídrica. A lo mejor, en medio de estos zarandeos, la ponderación de recetas y figuras exógenas haya demorado construir la marca de gestión. Y con ello, el fomento a la presunción de constituirse como administración senescal o de transición [NdR: Ver artículo]. Idea con porcentajes repartidos de ser errónea, o tal vez no. 

Herramientas con las cuáles deberá enfrentar a una coalición –Avancemos- con evidente vocación de poder, atributo del que carecieron iniciativas electorales en 2019 y 2021. La cual tiene como aventón la solvencia técnico-profesional, irradiada en el trío de sus principales figuras: Emiliano Estrada, Carlos Zapata y Felipe Biella. Quienes, específicamente, no demandan mayores consultas en materia de economía, finanzas o planificación en infraestructura. 

En quejumbre, varios dragoniantes enlistados en el oficialismo salieron a interponer sus diatribas. Acometiendo, en la mayoría de los casos, a los chirlos, tonterazos y conceptos nebulosos –cuando no turbulentos-, aunque elocuentes del reto electoral dirigido al sector que en los últimos días los alberga.

El razonamiento que desemboca en el yerro citado, evidentemente es una línea de acción pronta a ser rectificada. La memoria emotiva cultivada en los pasados tres años en torno a Gustavo Sáenz a lo mejor prevalezca, si se dejan de lado exhortos a una lealtad pedregosa de ser decodificada, un liderazgo alrededor de proyecto todavía sin trazos definidos.  

Un mapa electoral a pantalla dividida, en el primer mes de un año que hacia el quinto promete epílogo muy jugoso. Y con una conclusión en medio de interrogantes, suministrada por el sistema de votación vigente. 

NdR, 25 de enero de 2023. 


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