Por qué cantamos

- Economía

Por qué cantamos
Por qué cantamos

Desde el espacio político Soberanos alertaron este miércoles, respecto a los riesgos que se correrían en caso de acordar a las apuradas con el FMI. Los dirigentes del sector de centroizquierda, quienes integran el efedetismo, aconsejaron recurrir primero a la Corte Internacional de Justicia. Recomendaciones para evitar la ruina de millones de argentinos.

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El espacio de centroizquierda Soberanos se pronunció de manera crítica ante la posibilidad que el gobierno nacional haga la vista gorda por las irregularidades en la contratación de deuda con el Fondo Monetario Internacional. El sector liderado por Alicia Castro, Amado Boudou y Gabriel Mariotto alertó este miércoles sobre los inconvenientes que tendría esta línea de acción.

Desde su cuenta en Twitter, el espacio reiteró su consejo de llevar al FMI ante la Corte Internacional de Justicia a la mayor brevedad. En este contexto, razonó que “el FMI violó 6 artículos de su Convenio Constitutivo al prestar desmesuradamente a la Argentina conociendo que el dinero se fugaba”. Por lo tanto, este organismo internacional “tiene co-responsabilidades y obligación de resarcirnos”.

En contraste, Soberanos evaluó que “si, en cambio, Argentina paga ahora al FMI reconoce la legitimidad de la deuda odiosa tomada por el gobierno de Macri, lo que supone tomar nuevos préstamos, endeudando y sacrificando a varias generaciones de argentinxs”.

El analista económico Alejandro Olmos Gaona, quien también integra este sector, adhirió a comienzos de mes al planteo del gobernador puntano Adolfo Rodríguez Sáa. El mandatario provincial postuló que este inmenso pasivo debe ser denunciado internacionalmente “deuda odiosa”. 

Al amparo de la doctrina del francés Gastón Jezé, Olmos Gaona recordó la diferencia entre “deudas de Estado y deudas de régimen”. Una idea que gravita alrededor de “determinar el destino de los fondos obtenidos” por medio de tales empréstitos. En particular, resaltó el ideario del pensador galo en que una deuda “puede considerarse legítima si fue utilizada en beneficio del pueblo obligado a pagar la misma”.

Olmos Gaona recordó las condiciones para considerar deuda odiosa:

  1. Que haya sido contraída sin la autorización de los representantes legítimos del pueblo. Es decir, un régimen dictatorial que ha usurpado el poder, y en uso de las prerrogativas del gobierno de facto, que otros países no están en condiciones de cuestionar, contrae deudas.
  2. Falta de consentimiento nacional, es decir, que se trate de una obligación impuesta. Es evidente que no sólo se trata, en este caso, de una deuda que haya contraído una dictadura, sino también de aquella asumida por un régimen democrático para refinanciar deudas provenientes de un régimen dictatorial.
  3. Ausencia de beneficios para el pueblo.

NdR, 26 de enero de 2022. 


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