Estar o no al frente del poder

- INCOGNITA SEMANAL

Estar o no al frente del poder
Estar o no al frente del poder

En un certamen a la carrera sobre conducción, comunicación y política, la diferencia entre un líder y un influencer sería simple de establecer. A partir de la capacidad de motivar cursos de acción en terceros como la del 10 que este miércoles emprendió viaje al Valhalla y un twittero o facebookero elegido al azar entre los que contabilizan más “likes” y/o seguidores. Lo que hay que tener en cuenta para esta distinción del escenario que vendrá.

#Poder #Ejercicio #Momento #Lineamientos  

F.P.

Es una señal polisémica y multidireccional cada indicación dada a quien lo ejerce, eso  que el poder requiere una acción fuertemente motivada para ponerse en “on” y dar un mensaje a terceros. Desde la legendaria obra titulada “El líder” –cuya pérdida en traslación a otro idioma la denominó “El príncipe”-, de Nicolás Maquiavelo, bien que cualquier otro tratado o artículo de análisis político hecho de manera concienzuda y profesional, así lo exponen.  

En la proyección del tiempo, a partir de la pedregosa situación actual, se dio este fin de semana el recordatorio que “poder que no se ejerce, se pierde”, a cargo del analista Horacio Verbitsky. Consejo válido para el Ejecutivo nacional, como también puede serlo para otras figuras en funciones equivalentes: la delegación o “senescalismo” en el ejercicio de la autoridad conferida democráticamente y por elecciones, no integra el arcón que atesora lo virtuoso.

En una previsión de lo que aguarda al país y al mundo luego de la pandemia, el articulista se preguntó por el curso de acción a adoptar una vez que el país sea echado a andar  “con una monstruosa deuda social y la correspondiente conflictividad”. En cuyo escenario, qué sucedería “si alguien decidiera repetir la excursión, con intenciones menos amables” (como lo hicieron cerca de 200 participantes del evento), como la del jueves en el funeral de Diego Maradona o las recientes asonadas policiales a Casa Rosada y a la Casa de Gobierno de provincia de Buenos Aires.

Para el columnista del portal El Cohete a la Luna, estos “dos puntos trazan una recta y alertan sobre el futuro”, una vez despejada la amenaza de la pandemia. Y en el camino a develar el funcionamiento de sus funcionarios, evaluó que el líder principal “debe escoger colaboradores capaces de enfrentar las situaciones más difíciles y ahorrarle bochornos como el del megáfono junto a la reja”, dijo en alusión al mandatario nacional y su reclamo por calma a la multitud deseosa de rendirle tributo al máximo ídolo popular.

En cuanto a esta situación en particular, el detalle es que mientras Alberto Fernández emitía por esta vía directa un mensaje a unas pocas decenas de vecinos, los canales de televisión y los otros medios masivos “difundían versiones extraoficiales encontradas”. Es decir, contrapuestas.

Más una situación que Verbitsky remarcó como “inquietante” fue el hecho que en el velatorio del 10 en Balcarce 50, entre 100 y 200 personas “permanecieron en espacios de la Casa Rosada sólo habilitados para los funcionarios que trabajan allí y muy cerca del despacho presidencial, al punto que se analizó la posibilidad de evacuar a Alberto y al féretro de Maradona”. Al respecto, rememoró que esta escena ocurrió a 75 días de una asonada policial que cercó las residencias del Jefe de Estado nacional y la del Gobernador de Provincia de Buenos Aires.

En cuanto al desarrollo del evento en sí mismo, el mencionado se sumó a los varios cuestionamientos que apuntaron al rol estatal en dicho funeral, como igualmente en la manera de comunicarlo. A tal punto que “hubiera justificado una cadena nacional para que se supiera mientras estaba ocurriendo”, estimó el propietario de El Cohete a la Luna. Mientras que, por otro lado, puntualizó sobre la permeabilidad de la señal C5N a la comunicación por canales no formales con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Por ello, HV evaluó que “la planificación oficial no escatimó errores”. Tanto en logística, protocolares y en comunicación. Pero también perdió de vista el eje estratégico. El que nace de una concepción diferente a la de los “influencers” -aquella extraña fauna digital que, sin previo aviso y sin nadie que le demande, expresa aspectos de su vida privada como lo haría una diva hollywoodense-, esa versión empobrecida de lo que es un auténtico “líder”. En este último caso, ya sea social, político o simplemente “de opinión”, cuyo mejor ejemplo es quien en estas horas concentra la atención de todo el planeta y movilizó a más de un millón de argentinos con su deceso. Tal la diferencia entre Maradona y un twittero, entre Maradona y un Facebookero.  

“Creo que suceden estas cosas porque nuestros dirigentes empezaron a creer que esa gente es igual a aquellas con las que interactúan por twitter, nuestros dirigentes cada vez se parecen menos a nuestro pueblo”, le dijo a Verbitsky este domingo un dirigente barrial, en alusión al millón y pico de bonaerenses que se concentró en el intento de despedir a “Pelusa”, el de Villa Fiorito y después del mundo entero.  

¿Qué dimensión política y filosófica puede haber en quien solamente brinda jueguitos con un balón, bailes a rivales inimaginables y campeonatos del mundo? Pues, la concreción de la felicidad, a la que los padres de la filosofía, los griegos, le imputaban ser el objetivo del pensamiento reflexivo. Por otro lado, el flamante inquilino que tiene el Valhalla no era un simple “player”, sino que también tuvo fuertes señales hacia el mundo de la política. Tal vez, otro relieve que el actual oficialismo no alcanzó a dimensionar y a sacarle provecho.

Tampoco acertaron a hacerlo con los miles que integran las huestes peruquianas del Conurbano. Integradas por gente que casi nunca llega por Capital, “los que se cagan de hambre y siguen apostando a organizarse alrededor de una olla de un comedor, también maltratados con comida para perros que es la que reparte Arroyo”, resumió el dirigente social antes mencionado. “No es un problema de comunicación es un problema de empatía con lo que decimos que queremos representar. Si no tomamos nota de esto va a llegar el día en que los gorilas van a venir por el gobierno de verdad y los de abajo no van a defenderlo”, sentenció. Una lección de cómo se entreteje, igualmente sobre cómo se va destejiendo, el poder democrático.   

NdR, 29 de noviembre de 2020. 


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