La artimaña de poner guita en el bolsillo de los Gobernadores -no en el de todos- develó la aparición del Fondo de Resiliencia violeta. De los cuáles, el Ejecutivo nacional repartió más de $ 100 mil millones en su intento por restablecer nexo con algunas provincias. Una situación algo extraña e incómoda que igual analizamos en los párrafos siguientes.