La tentativa de recurrir a la imaginaria agenda productiva asoma como el nuevo traspie para el mileidismo, aquejado por varios pelotazos más. Hasta el recuento de una inversión extractivista en suelo salteño fue apuntada este fin de semana por un heraldo del oficialismo nacional. Aunque rápidamente le salió al cruce una fundamentación opositora, con lo que se armó una discusión interesante que narramos en las próximas líneas.