La detención de CFK puso en ebullición al hemisferio político nacional, como nunca había sucedido hasta ahora en tiempos mileidistas. El miércoles habrá columnas inmensas para acompañar a la ex mandataria hasta Comodoro Py. Mientras, el fin de semana continuará la peregrinación hasta su vivienda particular, lo que pone de los flecos a la derecha, casi tanto como los dólares que no aparecen para solventar el abracadabra oficialista.