La propia palabra, en sí misma, evoca como si fuesen sinónimos aquellas proverbiales hambrunas de un siglo atrás. Sin embargo, es la meta anhelada por la diestra criolla como su modelo de país y hasta la está llevando a cabo. Algo que se encuentra en proceso, luego del envión provisto por el nuevo acuerdo con el FMI como vemos en los próximos párrafos.