La razón de fuerza mayor se llama departamento Rivadavia y está bien que haya relegado la actividad de campaña a unos estantes más abajo. Por un lado, la necesidad de acudir en auxilio a los comprovincianos que habitan esa región, además del pinchazo a la piñata con candidatos a cargos legislativos. Un panorama pasado por agua que monitoreamos a vuelo de nazgûl.