La determinación con la que el mileidismo mantiene su propio rumbo es motivo de asombro entre rivales y pseudo aliados ¿Será que esta especie de despreocupación en el trato a terceros indica un as en la manga por mostrar? ¿O tal vez que por esta senda queda ya poco y nada por hacer? Un misterio en el que nos inmiscuimos en los próximos párrafos.