El hemisferio escabiológico local no cesó de emitir lamentaciones y sollozos, luego del gigantesco derrame de vino rojo en reconocida bodega mendocina. Desgracia vitivinícola que ocurrió, justamente, cuando se extraía el fermento desde un tanque para ser fraccionado en otras bodegas. Los informes preliminares dieron cuenta de pérdidas de 50.000 litros. .