Los primeros indicadores de un nuevo aniversario por el Día del Periodista atestiguaron una repentina tormenta de ideas en nuestras mesas de trabajo. Convocatoria iniciada un domingo, día del almanaque poco propicio para un convite semejante. De todas maneras, nuestra predisposición habitual ante dichas señales dejaron su marca y el resultado es al que incitan las siguientes líneas. Algo así, por ahí va el coso.