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El primer ministro australiano, Scott Morrison, se amparó en el “interés público” para argumentar la negativa gubernamental al tenista serbio Novak Djokovic. Primero está el “interés público”, concluyó Morrison, luego de confirmar acerca del revocamiento de la visa al deportista y su expulsión de este país, presto a iniciar el torneo del Gran Slam.
“Esta decisión de anulación se adoptó por motivos de salud, seguridad y mantenimiento del orden, sobre la base de que era de interés público”, dijo este domingo en un comunicado el premier australiano. Este país es uno de los que apeló a los lineamientos más férreos para combatir a la CoViD-19 y mantuvo hasta hoy la lucha contra un repunte de contagios a pesar de que la mayoría de los habitantes están vacunados.
En el medio quedaron los festejos anticipados, por parte del sector antivacunas al que arengó en los días pasados el propio Djokovic, quien hizo alarde de su determinación contraria a inocularse contra el coronavirus. Tras conocer esta decisión oficial, el tenista afirmó este domingo sentirse “profundamente decepcionado“ por la cancelación del permiso de ingreso a Australia tras perder su recurso de apelación a la decisión del Gobierno.
A partir de este lunes, el serbio pretendía defender su corona en el Abierto de Australia que se disputa en Melbourne, pero reconoció en un comunicado que, debido a la decisión, no podrá participar en el torneo. La negativa a Djokovic dejó al español Rafael Nadal como una de las principales figuras protagónicas que tendrá este certamen.
Al quedarse el Abierto de Australia sin su principal candidato al título y campeón en nueve ediciones, Novak Djokovic, [NdR: a quien encuadraron como un contraejemplo para el sector antivacunas] el torneo mantendrá la expectativa que se generó en este particular enfrentamiento que tuvo lugar en los últimos días.
NdR, 16 de enero de 2022.
