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Los ánimos en la principal fuerza de seguridad de nuestra provincia se encuentran cada vez más refractarios, en relación a la conducción policial y a la titularidad “política” en la cartera de Seguridad. El detonante casi al final de la jornada de este miércoles es el fallecimiento del sargento Lucas Matías Miro Martínez, quien aparentemente habría dejado de existir como una nueva víctima de coronavirus.
Esta muerte sumó tensión al rojo, en dirección a la Jefatura de Policía, ocupada por la comisaria Norma Morales, y además hacia el ministro Juan Pulleiro, titular de la cartera de Seguridad. Miro Martínez era el chofer del tercer Jefe de la Policía, cuya hija había pedido que le cambien el destino de prestación de servicios, la que estaba designada en el Hospital Papa Francisco. Como se sabe, este centro de salud es el de referencia en casos más agudos de COVID-19.
Este fallecimiento se adicionó al de un ex sargento que prestaba servicios en San Ramón de la Nueva Orán, en la dirección de tránsito municipal. También, por coronavirus.
Sendas bajas policiales se produjeron, luego de algunas reuniones que portavoces de los uniformados (ver artículo “Cumbre en el Grand Bourg por un reclamo policial”,NdR 17 de septiembre de 2020) mantuvieron con funcionarios provinciales en los últimos días. En la reunión con el Coordinador Pablo Outes, los voceros de los servidores públicos expusieron la enclenque situación en la que son enviados a las calles u otros lugares públicos con alta exposición a la COVID-19.
Del cónclave con Outes, la única satisfacción que se llevaron fue la buena predisposición del funcionario para escuchar. En cambio, el ministro Pulleiro eligió mantener un cónclave con un sector de los integrantes de esta fuerza mucho más permeables al contínuo “notengounmanguismo” que ya se convirtió en insignia del saenzismo (Ver nota “Un millón diario para nada”, NdR 21 de septiembre de 2020). Y que son escasos los que aún le asignan cierta credibilidad.
En cambio, en nombre de los retirados Hugo Ayllón y Alfredo Carbajal otro sector advirtió que ni siquiera fue invitado a la reunión con Pulleiro, a quien acusaron por maniobras elusivas en cuanto al abordaje de los temas de interés real. Incluso, pusieron en duda la auténtica motivación del funcionario a cargo de la cartera de Seguridad, ya que la selección del titular del Círculo de Oficiales –apellidado Romero- tiende a resguardarlo en este cargo. En el ambiente, el contertulio del ex militar y hoy funcionario tiene extendida caracterización de propinar loas y aplausos, tal vez con excesiva generosidad, en contraste con su dominio de la escala salarial de este rubro.
Crédito fotográfico: La Gaceta Salta.
NdR, 23 de septiembre de 2020.
